Transcurrían los momentos previos a la campaña electoral de 2011 cuando un día laborable, y minutos antes de la salida del personal, la sede principal de Iron Mountain en Amancio Alcorta 2482 se aprestaba a recibir una visita que no pasó inadvertida. El personal de maestranza apuraba los preparativos de su tarea mientras el administrativo hacía lo propio para salir.

La llegada de la multinacional al polo tecnológico de Parque Patricios había sido aplaudida por el gobierno porteño. El ministro de Desarrollo Económico, Francisco Cabrera, la distinguió en 2009 por ser una de las tres primeras compañías en instalarse en el distrito. El funcionario frecuentaba sus instalaciones, se reunía con sus ejecutivos, mientras le preparaban la bienvenida a su jefe político.

Aquella recepción de hace tres años estaba destinada a Mauricio Macri. En aquel momento, el candidato del PRO se aprestaba a ir por la reelección en la Jefatura de Gobierno. En IM lo esperaban con los brazos abiertos. No era para menos. Por su radicación en esa zona del sur de la ciudad, la empresa obtuvo el beneficio de no pagar dos impuestos locales: Ingresos Brutos y el ABL.