La Anmat advirtió contra la “publicidad engañosa de productos para el desempeño sexual masculino”. El comunicado del organismo de control está en sintonía con una preocupación internacional por el tema que llevó a una “toma de posición” de especialistas contra “los procedimientos quirúrgicos para aumentar el tamaño del pene”.

“La Anmat ha detectado el aumento de anuncios publicitarios en los que se promocionan productos que prometen resultados milagrosos para el desempeño sexual masculino: ‘geles vigorizantes’, ‘fórmulas bebibles’ o ‘pastilla azul’. Por lo general los anuncios son publicados en medios gráficos y sitios webs con grandes títulos que garantizan desde la solución de patologías como la impotencia sexual y la eyaculación precoz, hasta el incremento del tamaño del órgano reproductor masculino”, detalla el comunicado del organismo regulador argentino.

“Se trata de productos que han sido inscriptos como cosméticos o suplementos dietarios, pero no están autorizados para promocionar propiedades o acciones terapéuticas”, puntualiza la Anmat, y precisa que “algunos de los productos publicitados son Boner, Yinjing, Ubomo, Aminogel Plus, entre otros”.

León Gindin, titular del Centro de Educación, Terapia e Investigación en Sexualidad (Cetis), señaló que “durante años esos productos o artificios se publicitaron en diversos medios: en algunos casos, esos productos incluyen en forma oculta drogas del tipo del Viagra, que así se comercializan sin ningún control”.

Esta comercialización sin escrúpulos preocupa internacionalmente. En la revista científica The Journal of Sexual Medicine apareció una “toma de posición” firmada por Jacques Buvat y otros investigadores, referida a “hombres que se quejan de un pene pequeño pese a que en realidad su tamaño es normal”: advierte que “dado el incremento mundial en los procedimientos para aumento del tamaño del pene y los anuncios de implementos destinados a alargar el pene, resulta crucial estudiar las bases científicas de esos recursos”; y señala “las complicaciones que pueden presentar la cirugía, el estiramiento del pene o los dispositivos de tracción”, para concluir que “los procedimientos quirúrgicos para aumentar el tamaño del pene deben considerarse todavía experimentales y deberían limitarse a circunstancias especiales en el marco de instituciones universitarias o de investigación bajo supervisión de comités de ética”.

Otro trabajo, firmado por HM Nugteren y equipo, relata una experiencia con 60 hombres que habían solicitado procedimientos quirúrgicos para alargar el pene. “Para 44 de ellos, el aconsejamiento fue suficiente”; los otros 16 insistieron en recurrir a la cirugía. Pero los autores destacan que “los hombres cuyo pene tiene 7,5 centímetros o más en erección deberían ser disuadidos de la cirugía”.