Durante el año que acaba de finalizar, el papa Francisco se ha referido en varias oportunidades a los abusos sexuales en los que están involucrados sacerdotes en distintos países del mundo. “La verdad es la verdad y no debemos esconderla”, dijo en noviembre pasado, en alusión a una denuncia recibida, en forma personal, de parte de un joven que dijo haber sido víctima de un delito sexual por parte de un sacerdote, en Granada. “La recibí, la leí, llamé a la persona y le dije: ‘Mañana, ve a ver al obispo’”, dijo el Papa respecto de la carta que le envió ese joven español y cuyo contenido fue difundido por algunos medios de comunicación. “Escribí al obispo para que empezara el trabajo, hacer la investigación e ir adelante”, hizo saber Francisco, quien en el mes de julio del año pasado se había reunido y les había pedido perdón a seis jóvenes, tres hombres y tres mujeres, abusados por sacerdotes. Las víctimas habían sido objeto de abuso en el Reino Unido, en Irlanda y en Alemania.