SOCIEDAD
• SUBNOTA › EL ASESINATO A QUEMARROPA DEL JOVEN GASTON FLORES EN ISIDRO CASANOVA
Una muerte a quemarropa por el gatillo fácil
› Por Marta Dillon
“Bajamos del auto con las manos arriba, nos revisaron y vino un policía y le fletó un disparo en la panza y lo mató a mi amigo a sangre fría, y él ya estaba herido. Ahí yo lo quiero agarrar en brazos y me agarran de los pelos, me pisan la cabeza, pido ambulancia, pido que no me maten.” Diego Correa repite los últimos momentos de Gastón “Tonchi” Flores y en la voz se escucha la desesperación una semana después de esa pesadilla que no termina. “Las últimas palabras de mi amigo, el último suspiro, fue para decirle al policía ‘me arruinaste la vida, negrito’, después volcó la cabecita y nos dimos cuenta que se nos fue.” Diego ya estaba esposado y el cabo Gómez de la comisaría 13 de Tablada, el que había disparado su Itaka, le pisaba la cabeza. Gómez es el único detenido en una causa que se inició acusando a Diego y a Juan Domingo Baffico, el conductor del Fiat Uno en que viajaban los tres jóvenes de 22 años, por resistencia a la autoridad, enfrentamiento y abuso de armas de guerra. Múltiples testimonios cambiaron el rumbo de las cosas.
“Habíamos estado en un cumpleaños y de ahí nos fuimos a Jesse James, un boliche en Isidro Casanova. Llegamos tarde, no podíamos entrar y nos volvimos. Pasamos un móvil policial con las luces bajas, y nos paramos en un semáforo en rojo. Ahí había una camioneta parada con balizas, como si hubiera pinchado, y un tipo de civil tirado abajo. El tipo viene por el lado del conductor y lo encañona. No nos dijo que era policía, nada, y aceleramos. Entonces, a los cincuenta metros empezamos a sentir disparos y que el auto se abría. Frenamos y el móvil se nos pone adelante, ahí nos bajan y lo matan a ‘Tonchi’ a quemarropa.” Gastón iba atrás y ya estaba herido cuando bajaron del auto. “Lo remató enseguida, nosotros gritábamos ambulancia y que no nos maten. Ahí vino gente, por eso no nos mataron, pero la policía gritaba ‘miren el auto, está lleno de fierros’. ¡No teníamos nada, si somos pibes de barrio, yo trabajo en un supermercado y mis amigos manejan remises!” La familia Flores tiene una agencia de remises y hasta allí fueron dos personas que estaban en un taller y vieron como Gómez disparaba a quemarropa. Montenegro es el apellido del otro agente.
Adrián Flores cuenta que “le pedí a la gente que estaba ahí que miraran bien el auto para que no pusieran nada. Todos vieron cuando uno del SEIT (Servicio Especial de Investigaciones Técnicas) apoyó una carpeta en el asiento de atrás y cuando la levantó resulta que apareció un fierro”. Quienes estaban en el taller mecánico son ahora testigos protegidos. Pero Juan Domingo y Diego, a pesar de haber pedido protección en el juzgado de San Justo –la unidad Fiscal Nº 6, a cargo de Fernández Carrera que está investigando el caso–, todavía no tuvieron ninguna respuesta. “Y yo tengo miedo, porque tengo un auto y en cualquier momento me pueden tirar droga o hacer algo como lo que ya hicieron.”
Los sobrevivientes fueron detenidos, “encima en la camioneta nos ponían música, nos dejaron hasta la mañana al costado de un calabozo y después nos llevaron a sacar sangre al hospital de San Justo, nos pasearon esposados como a delincuentes”, agrega Diego. Según pudieron saber más tarde, el hombre de civil es integrante de la Brigada de San Justo y le dicen “el Turco”. “Yo sé que vive en la calle Somellera, amenazó al de la estación de servicio para que dijera que el Fiat Uno pasó volando y que por eso dispararon. Ese tipo está libre”, se queja el hermano de “Tonchi”. El viernes pasado los vecinos de Tablada organizaron la primera marcha para pedir justicia . Empezaron a organizarse el mismo domingo, cuando fueron a pedir que liberaran a los otros dos chicos. Los tres tenían 22 años y habían sido compañeros desde el jardín de infantes. Cada viernes, dicen, se hará la misma marcha. Un vecino puso a disposición cinco camiones del Plan Vida –que reparte leche a jefas de familia– en un barrio plagado de pintadas que dicen “aguante Duhalde”.
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