Las inundaciones en la provincia de Buenos Aires pusieron nuevamente en debate el uso que se hace del suelo por parte de los productores agropecuarios, así como también la construcción de canales ilegales. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, relacionó los problemas hídricos con la siembra directa, mecanismo que permitió ampliar la frontera agropecuaria sobre humedales y zonas no tradicionales para la agricultura. La Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa (Aapresid) salió al cruce de las palabras del funcionario, con la intención de desligar cualquier responsabilidad empresaria sobre la actual situación. Para el dirigente de la Federación Agraria (Agrupación Grito de Alcorta), Pedro Peretti, la siembra directa fue el mecanismo utilizado por empresarios y productores para ampliar la frontera sojera. “Los que hoy reclaman más obras, más inversión pública, son los que quieren seguir sembrando soja en cualquier lado. Son los responsables de la deforestación y la migración hacia los centros urbanos”, indicó el dirigente en diálogo con Página/12.

Según narró Peretti, el precursor de la siembra directa en la Argentina, y por ende uno de los facilitadores de la expansión de la frontera agropecuaria, fue Felipe Solá, ex secretario de Agricultura durante la gestión en el Ministerio de Economía de Domingo Felipe Cavallo y actual candidato a gobernador de la provincia por el massismo. “A partir de este modelo de producción se perdieron 103.000 explotaciones agropecuarias. Esto ha provocado que la gente del campo se fuera a las ciudades. En la ciudad de Salto, vemos muchas familias viviendo sobre el lecho del río. Esto es lo que hay que discutir en profundidad”, indicó Peretti.

Un árbol de medio porte consume entre 200 y 300 litros de agua por día. La deforestación de 4 millones de hectáreas en los últimos años no pasa inadvertida al momento de analizar las consecuencias de las fuertes lluvias y las inundaciones.

Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural, se atajó de las críticas: “El kirchnerismo, en vez de ir a solucionar los problemas de la gente inundada, dijo ‘es culpa de los countries’, con esa lógica de poner ricos contra pobres, de enfrentar a la ciudadanía. Es preocupante que una persona que se está proponiendo como gobernador de esa provincia (por Aníbal Fernández) tan importante desde el punto de vista productivo no conozca cuestiones básicas en algo que en la Argentina somos Primer Mundo: producir de una manera amigable con el medio ambiente”, sostuvo.

Una discusión de fondo sobre esta problemática es difícil de llevar cuando todavía hay evacuados por las inundaciones. Pero es un tema que debería profundizarse, así como también la proliferación de los canales clandestinos, tema ninguneado por las corporaciones agropecuarias. En 2001, el dirigente Hugo Luis Biolcati fue denunciado por haber construido un canal ilegal en su estancia La Dorita, en la localidad de Trenque Lauquen. Por estas horas, el intendente de San Antonio de Areco, Francisco Durañona, denunció la proliferación de estos canales. Serían más de 100.

Frente a esta situación, la Legislatura bonaerense sancionó un proyecto de ley –luego de dos años de estado parlamentario– para que los intendentes puedan sancionar a los empresarios que construyen los canales ilegales. Sin embargo, la norma todavía no fue reglamentada por el Ejecutivo bonaerense, por eso los municipios no pueden aplicarla. La norma modificó el Código de Aguas de la provincia y fijó multas de hasta el equivalente a 120 mil litros de gasoil grado 3. También prevé la suspensión de beneficios impositivos o crediticios, la apertura de cuentas corrientes y el otorgamiento de tarjetas de crédito, y no se habilitará la apertura de comercios o industrias.