Con aplausos y vivas a la Virgen de Luján partió ayer al mediodía, desde la parroquia San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, una caravana de peregrinos con la Imagen Cabecera de la Virgen y una bandera con la figura del papa Francisco y el mapa de la Argentina, rumbo a la Basílica de Luján para “pedir” y “agradecer”. La bandera decía: “Para Francisco que camina a Luján”; detrás del emblema se encolumnaron las personas que esperaban en las puertas del Santuario para partir hacia Luján, donde hoy a las 7 y tras caminar unos 60 kilómetros, participarán de la misa que celebrará en la Basílica el cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires, al concluir la 41 peregrinación a Luján.

Los fieles que partieron de Liniers se fueron sumando a las cientos y cientos de personas que comenzaron desde ayer por la mañana a marchar hacia Luján en un movimiento incesante de gente por la avenida Rivadavia.

Bajo el lema “Gracias madre por estar siempre, ayúdanos a cuidar nuestra patria”, los jóvenes, niños y mayores de distintas localidades del país que emprendieron este año la tradicional caminata, marchaban con ansias de llegar a la Basílica para “agradecer” a la Virgen distintos logros, y “pedirle” fundamentalmente salud y trabajo.

Para Leticia, una mujer de 70 años que comenzaba a marchar desde Liniers con su hija, tras llegar desde la localidad de Hurlingham, el pedido era “por la patria” y el agradecimiento es “por todo, porque tengo todo y estamos bien con mi familia”. La mujer aseguró que desde hace veinte años participa de todas las peregrinaciones a Luján. En cambio, la pareja formada por Javier Rojas y Betiana Iglesias, que viven en La Pampa, habían llegado para participar “por primera vez, por la fe y por cuestiones personales”.