SOCIEDAD • SUBNOTA › MONICA CID, LA MAMA DE MICAELA ORTEGA
› Por Luciana Peker
Micaela Ortega salió de su casa el 23 de abril. Su mamá, Mónica Cid, pidió que se investigara su Facebook. Pero la compañía no colaboró aun cuando estaba en juego la vida y la integridad de una niña de 12 años. Después de 35 días, el 28 de mayo, la policía encontró el cuerpo de la nena en un descampado. Había sido engañada por Jonathan Luna, a través de un perfil falso en Facebook, en el que se hacía pasar por una chica. De esa manera se ganó su confianza y cuando Micaela aceptó conocer a su amiga virtual él le dijo que la iba a pasar a buscar un supuesto primo para llevarla a su casa.
Actualmente a Luna se lo imputa por homicidio agravado por alevosía, robo y captación por redes sociales. La abogada de la familia de Micaela, Fernanda Petersen, planteará que en el juicio se lo trate como femicidio y que la condena sea perpetua. “A Micaela la mataron por ser mujer. Ella tenía 12 años y vivía su adolescencia. Fue victima de violencia machista”, remarca. Una vez más, igual que con Melina Romero (por ir a bailar), con Lola Chomnalez (por ir a leer un libro sola a la playa) o con Daiana García (por usar shorcito) algunas voces en los medios culparon a la victima o a su mamá. Ante esta doble victimización la abogada apunta: “El Estado también es responsable porque hay leyes muy buenas (contra la violencia hacía las mujeres) a las que no se les asignan partidas. En cambio, responsabilizar a la víctima o a su madre es una respuesta clásica de machistas para correr al Estado de sus responsabilidades”.
Mónica Cid vivió la desaparición, la búsqueda de la verdad y los prejuicios sociales en carne propia. En una entrevista de Página/12 pide justicia para su hija y que cambie la regulación de las redes sociales para que las empresas tecnológicas estén obligadas a colaborar con la justicia ante la sospecha de datos que puedan llevar a encontrar a niñas, adolescentes o mujeres desaparecidas.
–¿Cómo sigue la causa por el asesinato de Micaela?
–Estoy esperando que se dicte la prisión preventiva a Jonathan Luna y también que se revise cómo se investigó los primeros 35 días que fueron terribles, sin ninguna línea y con muchas dificultades en la búsqueda de una nena a través de las redes sociales. Yo decía que la clave de dónde estaba mi hija y de quién la tenía estaba en la computadora. Se mandaron escritos a Estados Unidos que todavía no contestaron. Los datos que sirvieron para encontrar el cuerpo de mi hija llegaron a través de una ONG de Estados Unidos. Pero no hay recursos para trabajar con las redes sociales y Facebook no responde en la medida de las necesidades, ni siquiera con una nena de doce años.
–¿Por qué sabía que en Facebook estaba la clave?
–Yo encontré en el perfil de mi hija un chico nuevo agregado y, a través de él, vi que había un perfil con otro nombre, pero con la foto de mi hija. El le dio un “me gusta” a las 3.40 de la madrugada del sábado (23 de abril) y como mi hija no tenía el teléfono yo sabía que se había estado comunicando con la netbook. El fiscal nunca apareció el fin de semana. Y la computadora la entregué el lunes. El viernes él la manda a La Plata porque recién ahí se dio cuenta que no había tecnología en Bahía Blanca para que investigara sobre las redes. En La Plata nunca me respondieron nada. En Facebook tampoco, ni me pidieron disculpas por la falta de colaboración. Voy a intentar, en esta lucha, que desde el poder político nos den una mano con eso. No puede ser que Facebook no colabore cuando desaparece una nena de doce años. Esto tiene que cambiar.
–En los medios muchas veces se culpa a la víctima por usar pollera o short, ir a bailar, irse de vacaciones o usar Facebook. ¿Cómo enfrenta esa revictimización de Micaela?
–¿Cómo se la hace responsable a la víctima de sus actos con una nena de doce años? ¡Es increíble! Yo siempre me mantengo en eje tratando de no contestar a nadie porque sé quien era mi hija y quiénes somos nosotros. Mi hija fue víctima y nosotros somos víctimas. Hay alguna gente que me pide disculpas porque decían que mi hija se había ido por su cuenta. Yo les digo que no soy nadie para perdonar, pero que se unan a la lucha para ser todos una sola voz para que esto no vuelva a pasar. Cuando encontraron el cuerpo de mi hija mucha gente se calló porque había juzgado a una nena de 12e años que estaba tirada en un campo y ellos creían que se había ido por sus propios medios y que no quería ser encontrada. Yo necesito hablar por mí y por la memoria de mi hija porque se dijeron muchas cosas.
–El intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay (Cambiemos) culpó a la investigación por el femicidio de Micaela por el aumento de la inseguridad.
–Sí, el secretario de Seguridad de Bahía Blanca salió a decir que habían subido los robos porque había mucha gente buscando a Micaela. El no me dio explicaciones sobre eso. Creo que se tiene que hacer cargo de sus dichos y que le quede en la conciencia. Con respecto a Gay solo reaccioné cuando él dijo que estaba casi seguro que mi hija no estaba en Bahía Blanca. Le salí al cruce mal porque si estaba tan seguro que mi hija, de 12 años, no estaba en Bahía Blanca la responsabilidad era de ellos porque no habían cerrado las posibilidades de escape. Pero yo sentía que mi hija estaba en Bahía y muy cerca. El me llamó y me dijo que no me había llamado antes porque no quería molestarme. Me pidió disculpas. Yo le contesté que el Estado no está preparado para la desaparición de una nena.
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