Los especialistas del banco de óvulos aclaran que lo ideal es que la mujer que desee postergar su maternidad se extraiga los óvulos antes de los 35 años, siempre que sea sana. El procedimiento –dicen– es simple y breve. Se le hace una inducción de la ovulación, con medicación, para que produzca bastantes óvulos. En promedio, generalmente se sacan diez. Se aspiran por vía transvaginal con control ecográfico y sedación tenue. En total, se demora entre 15 y 30 minutos y la paciente ese día sigue haciendo su vida normal. La mujer debe firmar una autorización (consentimiento informado) para que se le realicen el procedimiento.
Una vez congelados, los óvulos se conservan en nitrógeno líquido a 196º centígrados bajo cero. El descongelamiento –aclaran los expertos– es muy lento. No es una tecnología simple. La fecundación de estos óvulos debe hacerse a través del método ICSI, que consiste en inyectarles un solo espermatozoide en el laboratorio. Una vez convertidos en embrión, se implantan a la mujer.
No son muchos los centros en el mundo que han desarrollado el know how para congelar y descongelar las células reproductivas femeninas. Muchos han fracasado porque al descongelarlas se dañan o directamente se destruyen. En cambio, desde hace años se criopreservan semen y embriones, que sobreviven al procedimiento en un ciento por ciento.