El fiscal mendocino Fabricio Sidoti será llevado a jury de enjuiciamiento por su actuación en el caso de Ayelén Arroyo, la joven mendocina de 19 años asesinada por su padre, Roque Humberto Arroyo, de 54 años, el mes pasado. Dos semanas antes del femicidio, el hombre había sido denunciado por su hija quien había asegurado que abusaba de ella desde hacía años. Tras la denuncia, Sidoti, a cargo de la investigación, en lugar de tomar medidas preventivas, de detener o imputar a Arroyo, y sólo ordenó una restricción para que no pudiera acercarse a la casa de ella, aunque Arroyo padre fijó un domicilio a menos de cien metros del hogar de Ayelén. “Cuando llega la pericia psicológica de Ayelén, que fue la única que se pidió, termina de ratificar la veracidad o por lo menos la credibilidad de la declaración. Entendemos que el fiscal tenía herramientas que no usó y es necesario que todos los funcionarios públicos empecemos a responder ante los organismos competentes y ante la propia sociedad, sobre la manera que ejercemos los cargos públicos que nos han confiado”, explicó el ministro de Gobierno, Trabajo y Justicia, Dalmiro Garay. “Realizó una declaración informativa que no correspondía porque estaba claro el hecho y el autor”.