Los de Liniers no sólo se las traen con disfraces. La veta del ingenio también se extiende en propuestas que, si no fuera porque ya muchas están puestas en marcha, resultarían utópicas. Una: volcar la economía a la banca nacional y cooperativa. Están en trato con dos bancos, Credicoop y Nación, para unificar gastos y tasas, para lanzar una tarjeta de crédito zonal. De a poco, la intención es abandonar los servicios de bancos extranjeros. Otro proyecto: comprar la luz un 30 por ciento más barata. Piensan agrupar entre 100 y 200 comercios, presentar un escrito y negociar. Saben que es posible: los clubes de fútbol y los shoppings lo hacen. Pidieron al gobierno porteño por la limpieza del barrio. “¿Qué esperan, que sea una inmundicia para privatizar el servicio?”, dijo un liniersista. Los vecinos pidieron que para la limpieza se abrieran listas para inscribir desocupados de la zona. Así se hizo, y están limpiando. Pidieron también que José León Suárez sea peatonal los sábados, para abrir muestras culturales y montar puestitos de artesanos. Y siguen las propuestas...