Lun 04.10.2004

SOCIEDAD • SUBNOTA

“La reanudación de las clases en la escuela es lo más importante”

El intendente de Carmen de Patagones explica por qué ordenó pintar el aula del 1º B y cómo intenta devolver la tranquilidad al pueblo. Hoy empiezan las clases en la escuela de la masacre.

› Por Horacio Cecchi

Desde Carmen de Patagones

“Yo quería borrar esas imágenes”, dijo, en voz baja y desde adentro. Sin formalidad ni protocolos. Durante un buen tiempo, a Ricardo Curetti le costará recuperar la impostura del discurso de funcionario. O tal vez nada vuelva a ser lo mismo. Ni para él ni para la sociedad que lo eligió como representante. Las imágenes que “quería borrar” eran las marcas de la tragedia en el aula del 1º B de la escuela Islas Malvinas. El 29 de septiembre, un día después de que Carmen de Patagones pasara a ser el centro de la atención internacional, la fatídica aula estaba pintada, refaccionada y con olor a nuevo, lo que provocó algunas reacciones y críticas. “Yo di la orden de pintarla. Lo más importante es la reanudación de las clases”, dijo Curetti durante una entrevista exclusiva a Página/12. Hoy, de hecho, se reanudan las clases en la escuela 2. Está por verse si la realidad de Patagones está dispuesta o puede cumplir con esas metas o con esos tiempos.
–Yo mandé tapar las paredes. Esa fue una orden mía. Toda la responsabilidad es mía.
–¿Por qué tomó esa decisión?
–Quería borrar esas imágenes.
En lo formal, Ricardo Curetti es intendente por el PJ en el distrito de Patagones desde el ‘99. Fue reelecto y en la actualidad pasa por su segundo período. Pero el 28 de septiembre pasado la realidad le pasó por encima, arrasó las formalidades de una agenda y todo pasó a tener color de urgencia, sorpresa y dolor. Mientras se desataba la tragedia y el espanto en Carmen de Patagones, Curetti viajaba a una reunión en La Plata. El primer llamado que recibió es el de uno de los funcionarios de su equipo. “En la escuela de las Malvinas un chico mató a tiros a tres compañeros y hay varios heridos”, le dijo el funcionario, desesperado.
–No le creí. No le podía creer. No puede ser que eso pase en mi distrito. Llamé a otro funcionario y le pregunté si era cierto. Me dijo que sí, que todo lo que me habían contado era cierto y me dio más detalles.
–¿Qué hizo ante un hecho que lo desbordaba?
–Tenía tres celulares. Lo primero que intenté fue comunicarle al gobernador.
–¿Fue una comunicación o un pedido de ayuda, o un socorro sáquenme de aquí?
–Mi intención fue comunicarle. El gobernador inmediatamente dispuso las medidas de emergencia, muchas con las que no contamos en el distrito.
Después llegaron las horas de la reacción. El impacto fue grande. Tan grande que rompió los cánones habituales: el intendente coordinó, colaboró, no intentó ocupar espacios visibles “ni aparecer frente a las cámaras”, según confiaron a este diario buena parte de los integrantes de los grupos enviados desde La Plata y Viedma. De hecho, su preocupación fue la coordinación de los diferentes equipos, aportar datos locales a los especialistas que llegaban de fuera. Participó de una reunión en un hotel en Viedma, acompañando al ministro de Educación bonaerense, Mario Oporto, en la que en un gesto desusado entre los políticos, decidió correrse del protagonismo para dar lugar a otros. ¿Se trató de un gesto racional o el saco de funcionario en ese momento era excesivo para cualquiera, sin importar jerarquía?
–Yo no tenía voz en esa reunión –explicó Curetti–, porque no tenía nada que decir. Ahí estaban los expertos en educación. Yo simplemente acompañé al ministro Oporto, estuve porque me interesaba la reunión. Apenas terminó, recibí el llamado del comisario Diego que me informaba que la jueza de Bahía Blanca ya había permitido que el aula y la escuela quedasen liberados de la custodia policial. No perdí un segundo. Inmediatamente llamé a un funcionario y le di la orden de que se refaccionara todo.
–¿Por qué decidió refaccionarla? ¿Escuchó algo en esa reunión que le hizo pensar que era lo mejor?
–No, es algo que me salió de adentro. Quería borrar esas imágenes.
–¿Por qué?
–La reanudación de las clases es lo más importante.
–¿Por qué lo más importante?
–Porque que vayan a la escuela es importante.
–No se discute el papel de la escuela sino por qué es lo más importante ahora.
–Porque es su lugar de contención.
–Por ahora no parece ser así, porque ese lugar de contención lo encuentran en otra parte, en las reuniones que mantienen con los psicólogos.
–Es donde se encuentran con sus amigos, con los docentes.
–Con sus amigos se encuentran en un montón de partes, no les hace falta encontrarse con ellos en la escuela, pero además, parece que son los chicos los que no quieren volver. ¿Por qué la reanudación de las clases debería ser lo más importante y no preguntar a los chicos qué les pasa que no quieren volver?
–Bueno, no, el regreso a clases se primó, pero no se puso fecha. En las reuniones que los equipos de psicólogos tuvieron con docentes salió que muchos estaban en condiciones de volver. Los docentes estaban preparados, los padres estaban preparados.
–¿Estaban preparados o querían?, porque es distinto.
–Muchos querían ir.
El tema del regreso desató muchos enojos entre los chicos. En el colegio apareció una pintada que dice “Equipo docente. Pónganse las pilas. Nos falta contención”. La pintaron ellos. Muchos culpan a los docentes de haberse paralizado durante el suceso. Durante una entrevista, un docente dijo a este diario que ellos necesitan apoyo, porque temen no saber qué preguntas les harían los chicos y que si no lo sabían, no sabrían qué responderles. La pregunta que no se hacen los docentes es por qué deberían saber. En esa misma línea parece la crítica de los alumnos al apuro por el retorno a clases. Los alumnos parecen querer decir que “si el docente dice que sabe todo, por qué en ese momento no supo qué hacer”. En pocas palabras, parece como si la discusión del retorno a clases fuera más allá del simple hecho del regreso, podría tratarse de que los chicos, en forma inconsciente, discutieran a la autoridad que se ubica en el estrado.
–En los casi 300 años de historia de Carmen de Patagones se realizaron cuatro marchas espontáneas. Las cuatro en los últimos cinco días. Las cuatro organizadas por estudiantes. ¿Le incomodan las marchas de los estudiantes?
–De ninguna manera. Siempre que las marchas sean para la expresión de los jóvenes, no incomodan.
–Dice que no incomoda. Ahora, cuando parecen hasta necesarias. Puede hasta resultar fácil. Pero suponga una marcha organizada por jóvenes, no relacionada a esta tragedia y dentro de un año.
–Hemos colaborado con las marchas, la policía fue abriendo las marchas para que pudieran circular sin ningún tipo de problemas. Di orden para que pudieran estar donde quisieran estar. A mí las marchas no me incomodan. Siempre que sean para expresión de los jóvenes.

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