Parece que el país no tiene remedio. La crisis de los medicamentos siguió ahondándose ayer, en medio de acusaciones cruzadas. Los laboratorios nacionales niegan que haya desabastecimiento, pero las farmacias aseguran que está rota la cadena de pagos y los medicamentos no aparecen. En el medio, millones de personas atendidas en obras sociales, prepagos u hospitales son las perjudicadas. Desde el Gobierno se estudia la posibilidad de implementar precios máximos para los medicamentos de primera necesidad mientras que, a pedido oficial, Brasil prepara un embarque de productos contra el SIDA, oncológicos y para diabéticos. Las farmacias dicen que si no hay acuerdo la semana próxima “el caos será generalizado”
“No hay ningún problema de fabricación, acá hay un conflicto económico que es responsabilidad del Gobierno”, acusó Carlos Villagra, secretario general de la Asociación de Farmacias Mutuales y Sindicales de la Argentina. Explicó además los dos factores centrales que llevan a “esta medida de fuerza” planteada desde el 18 de diciembre: por un lado, la deuda de 600 millones de pesos de las obras sociales para con el sector; por otro, el corralito que retacea los billetes para realizar las compras. “Si alguien va con plata, consigue el medicamento que necesita”, se sinceró.
En la misma sintonía, la organización Cooperala que nuclea a laboratorios farmacéuticos garantizó el normal abastecimiento de medicamentos pero alertó que la cadena de pagos “está rota”. Por eso, reclamó al Gobierno que se instrumenten las medidas necesarias para saldar las deudas. Pero más allá del ida y vuelta financiero, la vida cotidiana enfrenta cuestiones más palpables. En el hospital Argerich, una asamblea de pacientes transplantados y médicos analizó ayer la falta de insumos, mientras que en el hospital platense Rossi se resolvió restringir la atención y presentar una denuncia por la escasez de elementos esenciales.
También en la capital bonaerense, así como en Córdoba y Rosario, varias farmacias decidieron cerrar sus puertas “para preservar el stock de medicamentos”, según informó el Colegio de Farmacéuticos local.
En medio de la crisis, las soluciones pueden venir de afuera. El gobierno jujeño planea realizar un trueque de medicamentos con Cuba. La isla le daría medicinas elaboradas allí a Jujuy y la provincia respondería con alimentos. A nivel nacional, ya hubo gestiones con Brasil, hasta donde se acercó el gobernador cordobés, José Manuel de la Sota, para pedir ayuda. La cámara Cooperala puso el grito en el cielo ante esta iniciativa y destacó que “si el Gobierno dialoga con la industria nacional comprobará que ésta le puede proveer las drogas medicinales que salió a buscar al país vecino”. El mismo reclamo partió de la boca de Carlos Villagra, de la Asociación de Farmacias: “Si el Gobierno no nos invita a concertar un acuerdo rápido, la semana que viene el caos será generalizado”.