De las charlas con los adolescentes de ambos sexos surge que “las peleas y la violencia diaria es un elemento natural de la realidad en la que viven”. Además, “las drogas son un factor de encuentro y de identidad social”. La violencia es generada más comúnmente entre los varones, pero entre las chicas también ocurren peleas, dice la investigación. Algunas chicas señalan que ellas mismas golpean a sus novios y les recriminan sus borracheras. Comentan algunas adolescentes: “Los viernes y sábados son un quilombo, es horrible la villa” y “más peor cuando hay tiros”. Según dicen las chicas, la violencia entre los varones se genera en base a motivos triviales de provocación: “Si no es por la novia, es porque me miraste mal”. “Por cualquier cosa se pelean ya”, dice una de las entrevistadas durante un grupo focal de mujeres. Los lugares de violencia son “la esquina donde se juntan a tomar y a drogarse y empiezan a discutir o a pelearse con cuchillas y armas y en los bailes donde se agarran a las trompadas”, refiere la investigación. La violencia intrafamiliar es otra constante en los testimonios.