SOCIEDAD
• SUBNOTA › SEÑALAN A UN POLICIA POR LA MUERTE DEL FUTBOLISTA
El miedo al reconocimiento
Los dos policías bonaerenses sospechados del crimen de Jorge García Barrera, el futbolista del club San Miguel baleado el domingo pasado en Pablo Nogués, no fueron reconocidos por la novia de la víctima durante una rueda de presos. Pero el procedimiento dejó dudas, ya que luego del procedimiento la chica se acercó al fiscal que investiga el caso y le aseguró que uno de los efectivos había cometido el asesinato pero que “por temor” no lo había dicho durante el trámite.
La joven, que dijo que el ataque se produjo cuando su pareja reaccionó porque la “piropearon” desde un auto, señaló en forma extraoficial al policía Cristian Javier Soria como una de las personas que cometió el crimen de García Barrera, según fuentes judiciales. Si bien este policía quedó comprometido en lo formal, el reconocimiento había dado negativo.
Es que la testigo clave del caso primero no reconoció al otro policía imputado, el agente Pablo Rodathonski. Y durante la rueda en la que participó Soria, dijo que había dos personas cuyas características físicas se ajustaban a las de uno de los homicidas.
El acto culminó sin resultado positivo. Pero una vez que la testigo salió de la sala de reconocimientos, dijo al fiscal del caso, Raúl Sorraco, que uno de esos dos hombres que indicó como probables sospechosos era quien estaba sentado en el asiento del acompañante del auto desde donde dispararon contra su novio. De acuerdo con un vocero judicial, la persona señalada era el oficial Soria.
Tanto él como Rodathonski fueron detenidos el miércoles último y liberados cuando terminaba el jueves, a raíz de un habeas corpus que el defensor oficial que los asiste presentó ante el juez de Garantías de San Martín a cargo de la causa. No obstante, el fiscal Sorraco planea seguir adelante con las diligencias necesarias para determinar si los efectivos fueron o no los asesinos. Por ello aguardaba los resultados de los peritajes balísticos ordenados sobre las armas reglamentarias de los policías, que serán cotejadas con una vaina y un proyectil encontrados donde mataron al futbolista.
Los policías pertenecen a la división Custodias de la Policía Bonaerense y uno de ellos, Soria, vigilaba a un testigo que declaró contra el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, en una causa penal. Según las fuentes, los efectivos quedaron imputados luego de que testigos dijeran que el auto de uno de ellos era similar al auto en que se movilizaban los asesinos.
El crimen del futbolista se registró el domingo último, a metros de la estación Pablo Nogués. García Barrera, de 21 años, esperaba junto a su novia un remise, cuandos dos hombres a bordo de un Chevrolet Corsa se detuvieron a unos cinco metros de la pareja y uno de ellos disparó contra el joven.
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