SOCIEDAD
• SUBNOTA › EL GOBERNADOR DICE QUE SOLO PUEDE TOMAR MEDIDAS PALIATIVAS
“Nunca podemos cubrir las necesidades”
› Por Carlos Rodríguez
Su actitud fue la de agachar la cabeza y recibir los palos. En una visita relámpago a Buenos Aires, donde pudo plantear el problema de un banco cooperativo de Tucumán pero no fue ni siquiera recibido para analizar el de los chicos que se mueren de hambre en su provincia, el gobernador Julio Miranda agradeció las notas publicadas por Página/12 porque “revelaron la existencia de una Argentina periférica y sirvieron para que se tome conciencia”. Su franqueza careció de propuestas sobre cómo superar la crisis, más allá de “algunos paliativos” y de reclamar “una política nacional, un plan sustentable que hoy es imposible si hay chicos desnutridos y una monstruosa desocupación. No puede haber plan sustentable con semejante conflictividad social”.
En cuanto a su propia responsabilidad como gobernante, dijo asumirla “en todo” lo que le compete. “Sería muy fácil echarle la culpa al gobierno anterior, pero no lo hago”, dijo. En tren de confesiones, admitió que recién desde hace 15 días tiene un ministro de Salud propiamente dicho, el doctor Alejandro Sangenis, ya que antes la cartera era de Acción Social “y las cosas se confundían un poco”. Aseguró, de todos modos, que el actual plan nacional de salud “esta colapsado y esto es muy grave”.
–¿La desnutrición es un problema sin solución en la Argentina de hoy?
–Nosotros esperamos que haya solución y ésa es nuestra tarea, pero es una realidad que se vive desde hace mucho tiempo.
–¿Acusan al gobierno nacional de no dar la ayuda necesaria?
–En Buenos Aires están las decisiones y la realidad que vivimos es la de un país con las economías regionales olvidadas.
–¿Pero quién es el responsable de lo que ocurre en Villa Quinteros? ¿El gobierno de Tucumán, la Nación, la política global?
–Es el resultado de una política, porque al no haber empleo genuino, hay familias desintegradas, hay madres que llegan al embarazo mal alimentadas y hay niños que nacen desnutridos. Esta es la consecuencia de una política aplicada desde hace mucho tiempo que ha dejado marginado al interior.
–Todos admiten el problema, pero nadie aporta soluciones.
–De esto se sale relanzando la actividad productiva y las economías regionales. No hay educación, no hay salud sin una producción que reactive la economía. Los planes sociales, que en la provincia recién se van a comenzar a cobrar el mes que viene, no son la solución, son un paliativo: 150 pesos por familia no alcanzan para salir del pozo.
–¿Y qué se hace en la provincia?
–Con los escasos fondos estamos llevando bolsones de alimentos. Es un recurso poco efectivo porque nunca se pueden cubrir todas las necesidades.
–Usted vino por el tema bancos y la desnutrición. ¿Lo recibieron?
–Hablé con gente del Banco Central por los bancos, pero no pude reunirme ni con el ministro del Interior ni con el ministro de Salud.
–¿No era que los niños estaban primero?
–La alimentación de los niños debe estar por delante de la actividad financiera, pero el regreso del presidente (Eduardo Duhalde) dio lugar a una reunión de gabinete y yo tengo que volver a venir el lunes.
Nota madre
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