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Marita sigue sin aparecer
Por C. A.
Marita Verón sigue siendo el caso más escandaloso sin resolver en la Argentina, una especie de talón de Aquiles de la Justicia que provoca reacciones internacionales y tiene derivaciones inimaginables. La chica, una rubia linda y de clase media, desapareció el 3 de abril de 2002 en Tucumán. Su madre, Susana Trimarco, se ha convertido en un icono de la lucha contra el tráfico de personas en la Argentina. Gracias a su esfuerzo, mientras buscaban a Marita, fueron rescatadas 59 mujeres latinoamericanas que vivían en condiciones de esclavitud en España. Esta semana, Trimarco recibió una buena noticia: después de un año de parálisis en la causa judicial que investiga la desaparición de su hija la Justicia volvió a ordenar que busquen a Marita.
Se trata de una resolución judicial que obligó a la fiscal Adriana Reinoso Cuello a reabrir la causa, inmovilizada con la excusa de que había sido elevada a juicio oral y público, aun sin el cuerpo de la víctima. Su familia está convencida de que Marita vive y sigue cautiva de sus secuestradores. La decisión provino del fiscal de la Cámara de Apelaciones en lo Penal que respondió positivamente a reiterados pedidos del abogado de la familia Verón, Saúl Ibáñez.
“La fiscal Cuello no permitía que el comisario Jorge Tobar, quien ha conseguido avances importantes en el caso, continuara investigando. Ahora ordenan que sea él quien encabece las investigaciones y además esperamos que por fin le den los recursos que jamás le dieron para que haga su trabajo”, le dijo a Página/12 Susana Trimarco.
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