En la unidad penal 3 de mujeres, donde está detenida Romina Tejerina, ayer se vivió un día especial. “Cada vez que hablo con mi hermana trato de explicarle toda la solidaridad que estamos recibiendo de tantos lados, de gente que no conocíamos. A ella le cuesta entender, porque está reducida a un espacio físico mínimo. Hoy tal vez pueda darse cuenta aunque sea un poco de lo que significa ese calor, ese amor que tanto nos emociona.” Mirta Tejerina es la vocera y principal contención que tiene Romina, junto con la que recibe de la madre de ambas, Elvira Baños de Tejerina, a quien le cuesta expresar las sensaciones que en estos días la están golpeando fuerte. “Para mí fue impagable, todo el amor de la gente. No sé cómo agradecerles a toda esta gente que son mi familia, mi propia familia”, resume Elvira en la única frase que puede hilvanar sobre la ovación y los abrazos que generó su fugaz presencia en el Encuentro.

Las voces de Mirta y Elvira fueron tapadas por los gritos de 200 mujeres que ayer se concentraron en los alrededores de la cárcel, que desde afuera tiene el aspecto de una casa con rejas. No por ello deja de ser un lugar de detención. Romina comparte la celda con otras tres chicas y ayer, desde ese lugar, todas escucharon los cánticos: “A Romina, libertad”; “A los violadores la cárcel ya, para Romina la libertad”. Para que su presencia fuera notoria, el grupo caminó algunas cuadras a campo traviesa, para acercarse lo más posible al sitio en el cual se encuentra la joven.

Mirta habla sobre la solidaridad. “El encuentro tiene para nosotras una gran significación, porque con la presencia de las compañeras, queda expresado todo lo que ha generado en estas mujeres la situación emocional, de dolor, por la que está atravesando Romina. Yo muchas veces le digo a mi mami, trato de explicarle también a ella, lo que significa escuchar que muchas personas canten el nombre de tu ser querido y todo lo que ello significa para nuestro espíritu. Es hermoso.” Elvira, al lado de su hija mayor, insiste en que “todo el apoyo que nos dan es maravilloso”. Respecto de la situación legal de Romina, sólo dice que “hay que esperar”.

Mirta advierte que la situación en Jujuy, respecto de la postura de la comunidad frente al caso, es menos esperanzadora que en el resto del país. “Es el problema de los feudos culturales, de las cárceles culturales como es el caso de Jujuy, donde la mirada machista exacerbada se manifiesta en todo momento. Eso es lo que tuvo que vivir Romina. Nadie tuvo en cuenta en absoluto el estado emocional que la llevó a la situación que vivió” luego del nacimiento de su beba. “Todos, incluyendo los jueces y fiscales, no tuvieron en cuenta la situación mental por la que atravesaba por haber quedado embarazada cuando fue violada.”