SOCIEDAD
• SUBNOTA › OPINION DE UNA PSICOLOGA QUE ESTUDIO A LOS HIJOS DE ESTAS MUJERES
“No corren más riesgos que otros chicos”
› Por Mariana Carbajal
“Muchos niños están creciendo en estas familias sin que haya ninguna prueba concluyente de que su desarrollo emocional o su potencial intelectual corran más riesgos que los de los hijos de hogares con dos progenitores”, consideró la psicóloga Claudia Azar, del Instituto Médico Halitus. La misma tendencia observa la psiquiatra Luisa Barón, que viene siguiendo desde hace cinco años a cinco hijos de madres solas y semen de donante anónimo. “Todos atravesaron las etapas evolutivas esperadas y tienen un lazo normal con sus madres”, apuntó Barón, coordinadora de psicólogos de la Sociedad Argentina de Esterilidad y Fertilidad, recién llegada del congreso europeo de la especialidad.
Barón es consciente de que el estudio es demasiado acotado para hacer afirmaciones concluyentes y de que son necesarias futuras investigaciones para saber si estos chicos, por las particularidades de su origen, serán diferentes a otros. Pero, por el momento, no hay ningún indicio –afirma– que llame la atención. De todas formas, aclara, se trata de madres e hijos que han tenido una contención psicológica. “El gran riesgo es etiquetar a las familias de progenitor único como ‘sin padre’ o ‘solas’, porque sabemos que son etiquetas despectivas y destructivas. Estas son nuevas formas de organización familiar con las que nos estamos encontrando actualmente”, opinó Azar.
Lo que sin dudas todos estos chicos tienen en común es que ninguno conocerá a quien aportó el espermatozoide que permitió su gestación. El acuerdo con los donantes es que son anónimos. “Sólo un juez me puede pedir que por razones de salud le dé cierta información del donante. Pero siempre se trataría de información reservada”, destacó Nicolás Neuspiller, director de Fecunditas, donde funciona un banco de semen. Más allá de la imposibilidad de conocer a su padre biológico, en los centros de fertilización asistida que están haciendo tratamientos a mujeres solas son partidarios, y así lo aconsejan, de que los chicos conozcan la verdad sobre su origen. “Sugerimos el no secreto, que les cuenten la verdad de acuerdo a lo que los chicos vayan preguntando”, precisó Rut Willner, del Equipo Psicológico de Fecunditas. “Nuestra postura es que es más sensato para la convivencia y es un derecho del niño saber su origen”, coincidió Leticia Urdapilleta, del CEGYR. Pero lo cierto es que a las madres les cuesta contarles que recurrieron a un banco de semen. A ninguno de los cinco chicos que sigue Barón, en el marco de su estudio, ninguna mamá todavía se sintió cómoda para decirle la verdad. “Son chicos muy deseados, muy cuidados, muchas veces sobreprotegidos, y desde ese mismo exceso de cuidado el relato de su origen se torna complicado”, explicó Willner.
Aunque la tendencia mundial es que los donantes sean anónimos, en algunos bancos de Estados Unidos les dan la opción de elegir si aceptarían en el futuro que el hijo nacido de su esperma los conociera. En mayo último, una adolescente estadounidense identificada como Claire se convirtió en la primera persona que conoció al hombre que donó el semen a su madre. Al cumplir la mayoría de edad, recibió como regalo un paquete que contenía el nombre del donante, una copia de la licencia de conducir, su fecha y lugar de nacimiento, su dirección, número de teléfono, e-mail, e incluso, una fotografía.
Según contó Urdapilleta, en Nueva Zelanda, quien dona semen queda liberado de cualquier obligación legal (como manutención) sobre su descendencia, pero si el chico quiere, puede conocerlo a partir de los 18 años, como en los casos de adopción.
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