En la apertura del año, el bloque oficialista del Concejo Deliberante local presentó un proyecto de ley para que la calle Alem vuelva a ser un paraíso silencioso. “Lo que buscamos es recuperar el espíritu que tuvo siempre el barrio de Playa Grande y sus alrededores. Es decir, que vuelva a ser una zona residencial, una marca registrada dentro de la ciudad.” En diálogo con Página/12, la concejal Cristina Coria habló sobre el “régimen promocional” que propician para que los dueños de los inmuebles resignen el uso comercial que hoy leS dan a sus dominios y los conviertan en residencias donde no vuele una mosca. La medida tiene la intención de evitar que la ola siga creciendo, ya que, piensan, es muy difícil que los actuales comerciantes decidan dar el paso atrás.

Los que cambien usos comerciales por residenciales tendrán los siguientes beneficios: exención de los derechos de construcción, descuento del 50 por ciento de la tasa de ABL durante cinco años, exención de los derechos por la ocupación de la vía pública, exención de los derechos de demolición. La medida, de ser aprobada, incluirá todos los inmuebles ubicados sobre las calles Alem, Almafuerte, Gascón y Bernardo de Irigoyen y todas las transversales. Coria critica las normativas que se aprobaron y que permitieron el crecimiento comercial de Alem. “La actividad es una amenaza que podría seguir avanzando sobre áreas residenciales que años atrás era impensado que pudieran ser afectadas por este tipo de emprendimientos”, concluyó.