Las crecidas de los ríos Elba y Danubio continúan haciendo estragos en el continente europeo. En Alemania, luego de castigar duramente a las regiones del sur y del este, las aguas del Elba y sus afluentes abrieron un nuevo frente hacia el noroeste del país, dejando atrás un saldo de alrededor de cuatro millones de damnificados, 15 víctimas fatales y 26 personas desaparecidas. Por su parte, en Austria, los daños se estiman en hasta 5000 millones de euros, ya que al menos 10 mil casas resultaron gravemente dañadas. En Hungría el nivel del Danubio alcanzó un record histórico en Budapest, lo que derivó en 1800 evacuados y autoevacuados en la capital húngara y algunas comunas cercanas.
Ante la tensa situación que se vive en las poblaciones ribereñas del Elba del norte alemán, luego de la rotura de varios diques, el gabinete de ese país decidió ayer liberar 100 millones de euros en concepto de “ayudas inmediatas” para los damnificados. Según anunciaron voceros del gobierno, sólo en Wittenberg suman 40.000 las personas que debieron ser evacuadas, al tiempo que las líneas ferroviarias que unen Hamburgo con Munich y Leipzig con Dresde permanecían ayer interrumpidas.
Por otro lado, las autoridades austríacas calificaron la situación como la “catástrofe nacional más grave que ha azotado a Austria desde la Segunda Guerra Mundial”, y, aunque señalaron que aún es pronto para determinar la magnitud exacta de los daños, estimaron en entre 2000 y 5000 millones de euros los costos por las inundaciones.
También la crecida histórica del Danubio –llegó a 8,49 metros– complicó aún más la frágil situación en el norte de Budapest, donde hasta el momento no se registraron víctimas fatales. En grandes zonas de la ciudad la población se encontraba sin luz ni agua potable. El poblado de Kisoroszi, dijeron las autoridades, está bajo el agua, aislado y el abastecimiento de la población se hace mediante helicópteros militares y embarcaciones.