OPINIóN
“Un horizonte de bonanza”
Perspectivas 2004 de la construcción
Por Carlos Fidel *
Desde 1998, la actividad de la construcción comenzó a decaer, alcanzando su punto más bajo a mediados del 2001. Desde ese momento comenzó un inestable pero sostenido incremento de la actividad y empleo del sector. El año pasado, ahorros monetarios de particulares que “salieron” o “esquivaron” las distintas modalidades de “corralitos” bancarios se destinaron a la adquisición, mejoramiento o ampliación de inmuebles. En general, el impacto se centró en medianas y pequeñas obras de uso unifamiliar. En particular fueron notables las nuevas construcciones localizadas en determinados barrios cerrados suburbanos. A esos recursos se sumó un significativo conjunto de inversiones en el ámbito agrario.
Dicha situación produjo una intensa reactivación del sector de la construcción y del mercado inmobiliario. Para este año las perspectivas del sector tienen un horizonte de posible bonanza sostenido en las siguientes señales:
u Alta demanda potencial generada en los años de recesión que restringieron el acceso a la vivienda a gran parte de la población.
u Retorno, de manera limitada, de la oferta de crédito bancario para la adquisición de bienes inmobiliarios.
u Programación de incremento de la inversión pública destinadas a proyectos sociales sectoriales, obras de equipamiento e infraestructura social.
La articulación de los vectores anteriores pueden empujar el incremento de la demanda, que seguramente encontrará muy poca oferta de bienes inmuebles nuevos terminados, situación que se explica porque en los últimos años los empresarios fueron reacios a realizar nuevos emprendimientos constructivos.
El panorama anterior expresa parte del mercado formal. Este coexiste con los procesos de construcción popular que abarca un amplio espectro de situaciones comprendidas desde iniciativas individuales de autoconstrucción hasta nuevas modalidades de asociación colectivas que de manera desigual vienen emergiendo.
La efectiva amplitud y profundidad de la reactivación del sector depende del comportamiento de variables macro internas y externas. Sin embargo, se puede señalar que será muy significativo el desempeño del acceso al crédito destinado a los usuarios con ingresos medios y altos; de la concreción de los proyectos de inversión pública destinado a los sectores populares y a las obras públicas y, especialmente, al dinamismo que impriman las inversiones de las empresas del sector de la construcción.
* Economista de la Universidad de Quilmes.