PERSPECTIVAS DE LA ACTIVIDAD DE SEGUROS DE VIDA Y RETIRO
“La clave es la confianza”
Después de la devaluación que impactó en forma negativa en el mercado de seguros de vida, ese negocio ha empezado a recuperarse.
Por Cledis Candelaresi
Martín Gauto, titular de la asociación que nuclea a las compañías de seguros de vida y retiro (Avira) y presidente de la filial local de Prudential, descubre en diálogo con Cash la clave del recupero de esa firma estadounidense: haber respetado los contratos en dólares, moneda en la que sigue vendiendo las pólizas. El ex ejecutivo del grupo Macri elude abrir juicios sobre el Gobierno. Pero las instantáneas junto a Carlos Menem y Fernando de la Rúa exhibidas en su despacho prueban que sabe tejer buenos vínculos con el poder, además de gerenciar negocios complejos.
¿Cuál es la foto actual del sistema de seguros de vida y retiro?
–El sector de seguro de personas se está recuperando lentamente después de la hecatombe de fines del 2001. Ahora está a la espera de las definiciones sobre el futuro del sistema previsional, al que está muy vinculado.
¿Las deficiencias del sistema previsional alientan a contratar seguros de retiro?
–Eso ocurrió hasta la crisis y explicaba parte del crecimiento del mercado. Ahora hay un recupero gradual pero dudo que se pueda atar a esa lógica.
¿Y a qué atribuye el recupero?
–A la mejora en la economía. Lo que alguna vez se llamó irónicamente “veranito” probó ser una recuperación sólida. Después habrá que ver si es sostenible por problemas pendientes como el de la deuda, las tarifas de servicios públicos y la recomposición de salarios.
¿Qué es lo que incide de modo directo en el negocio del seguro?
–Es muy sensible a la confianza.
¿Y qué pasó después de la devaluación y pesificación?
–Prudential respetó los contratos y en marzo del 2002 ya tenía toda su cartera renegociada. Honramos los contratos en dólares. En otros casos no cumplieron, a pesar de que tenían sus colocaciones en el exterior.
¿Las que respetaron contratos en dólares esperan un resarcimiento del Estado?
–No hay ningún derecho a pedirle al Estado una compensación por haber honrado los contratos.
Después del default, ¿con qué argumentos seduce la industria a los nuevos clientes?
–La buena imagen de la empresa. Nosotros fuimos más allá de los contratos: el 4 de marzo del 2002, en pleno caos y corralito, anunciamos que por seis meses les dábamos a los beneficiarios la posibilidad de cobrar en el exterior. Ese es un activo que hoy la gente reconoce.
¿En qué moneda se celebran los contratos?
–En dólares. Sólo que en el momento de pagar, por cada 100 dólares, el cliente paga 285 pesos. Y la jurisdicción de ese contrato es en la Argentina.
¿Dónde invierten hoy las aseguradoras el grueso de su cartera?
–Donde nos permite la Superintendencia de Seguros. Pero la mayoría de las empresas tiene sus fondos en obligaciones negociables de empresas exportadoras y plazos fijos.
¿El actual marco económico y político genera confianza para que se instalen nuevos operadores en el mercado?
–Es difícil que haya decisiones de este tipo hasta que no se resuelvan los grandes temas pendientes. En el caso de Prudential, el proyecto es de largo plazo, no menos de cuarenta años. Por lo tanto, una crisis financiera no cambia demasiado.
¿Qué proyecciones tienen sobre el futuro del sistema previsional?
–Sin duda el sistema privado va a sobrevivir pero con muchos cambios. Sin duda es perfectible. Hay quienes quieren erradicarlo y ni siquiera admiten opinión en contrario. Otros, como nuestra industria, prefieren que continúe.
Usted trabajó años para el grupo Macri, ¿qué diferencia hay entre ser ejecutivo de un grupo local y una trasnacional norteamericana?
–Cuando uno trabaja muy cerca de los dueños tiende naturalmente a reinterpretar sus intenciones, y eso, a veces causa inconvenientes. También es diferente la relación de la empresa con el poder político. En el caso de una trasnacional, el vínculo es otro y la responsabilidad de tomar decisiones se siente de otra manera. Yo me siento más libre así.