Dom 09.10.2005
cash

MAYOR DEMANDA DE CAMIONES PARA TRANSPORTE

Carga pesada

El boom agropecuario empujó una fuerte recuperación del mercado de camiones de carga. Este año se cuadruplicará la cantidad de unidades vendidas respecto del piso de 2002.

Por Alejandro Bercovich


La cosecha record de granos y la recuperación de los precios internacionales de las commodities no sólo dibujan sonrisas en los rostros de los productores agrícolas, sino también en los de sus proveedores. Un ejemplo son los fabricantes y vendedores de camiones, que se llevan del campo entre el 60 y el 70 por ciento de lo que facturan en todo el país, según aseguraron a Cash varios empresarios del sector. Sus ventas locales casi se duplicaron entre 2003 y 2004 y crecieron un 10 por ciento adicional en lo que va de 2005, mientras los pronósticos más conservadores estiman para todo el año un mercado no menor a las 14 mil unidades. La mala noticia es que menos de la décima parte se produce en Argentina, sin que haya planes para incrementar esa proporción en lo inmediato.

Luego de tocar un piso de 3 mil unidades en 2002, la demanda de vehículos de carga revirtió su crisis en sólo dos años de bonanza rural, y ya en 2004 se comercializaron 12.733. Las vedettes son los modelos pesados (con motores de entre 310 y 360 HP) y los semi-pesados (210-230 HP), que explican el 85 por ciento de las ventas y que utilizan mayoritariamente los chacareros y las empresas de fletes agrícolas. Quien quiera hacerse de una máquina de ese porte –que ofrece el mismo confort en cabina que cualquier cupé full último modelo– deberá desembolsar entre 140 y 180 mil pesos, según la marca. Pero esa cifra está lejos de amilanar a los compradores, que pagan en efectivo en el 60 por ciento de los casos, tal como explicó a este suplemento un concesionario de Mercedes Benz. El resto es financiado mediante créditos prendarios, círculos de ahorro y sistemas de leasing. También hay planes de pago en cereales o soja, que fueron lanzados con bombos y platillos, aunque no dieron el resultado esperado. A la cabeza del ranking por marcas se ubica Ford, con el 32 por ciento del mercado, seguida por Mercedes, con el 29,6, Volkswagen (14,4) e Iveco (10,7). Los únicos que se fabrican en el país son estos últimos, en la planta del grupo Fiat en Ferreyra, Córdoba. El CEO de Iveco Argentina, Fernando Fraguío, dijo a Cash que la empresa distribuye entre los transportistas locales los mismos modelos que entre sus colegas europeos, aunque con algunas limitaciones de gama, y explicó que los vehículos de carga importados “tienen que ser adaptados al uso latinoamericano, porque nuestros caminos exigen mucho más que los caminos europeos”. El ejecutivo adjudicó la recuperación actual de la demanda al campo y al sector petrolero, aunque también destacó que “hay una necesidad muy urgente de renovar flotas, porque el parque argentino de camiones tiene una antigüedad promedio de 16 a 18 años, y eso internacionalmente es un nivel muy alto”.

Detrás de las cuatro terminales líderes se ubican las suecas Scania (8 por ciento del mercado) y Volvo (3), que recortaron fuertemente sus ventas en lo más álgido de la crisis, pero que vienen recuperándose en lo que va de 2005. Scania discontinuó hace unos años la producción de camiones en la planta tucumana que inauguró el 26 de marzo de 1976, aunque exporta desde allí diferenciales y cajas de velocidades hacia todo el mundo, trabajando a tres turnos diarios. Su nicho de mercado son los vehículos de mayor porte, donde compite cabeza a cabeza con el resto de las grandes.

Si bien más del 90 por ciento de los camiones vendidos se importa, la manufactura local mantiene su predominio en el mercado de remolques, acoplados y semirremolques, que se producen a pedido de cada cliente y se compran por separado. Según datos de la cámara que nuclea a las empresas del rubro (Cafas), en todo 2005 se venderán unos 9 mil acoplados, de los cuales unos 2 mil serán importados. Una de las que pisa fuerte es la santafesina Ombú, de Las Parejas, que despacha unos 500 remolques por año. El presidente de Ombú y directivo de Cafas, Orlando Castellani, afirmó a Cash que un semirremo que cotiza entre 50 mil y 70 mil pesos, y también apuntó al campo a la hora de señalar el motor de su facturación. “El productor agropecuario se encontró de pronto con que tenía dinero sin pedir en los bancos. Entonces primero pagó sus deudas y después pasó a ser un gran comprador de equipos. El mercado de remolques tardó más en reactivarse que el de maquinaria agrícola, pero ahora crece más fuerte”, comentó el empresario.

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