Gana la banca
Por Roberto Navarro
El tan anunciado ajuste del sistema financiero se está postergando y, según los analistas del sector, finalmente no se concretará. Ya no se espera que se vaya la mayoría de los bancos extranjeros ni que se produzcan muchas fusiones ni despidos masivos de empleados. La razón por la que los banqueros cambiaron de opinión es que están ganando, nuevamente, mucho dinero. Si bien se les redujeron los ingresos por intermediación financiera, porque no toman nuevos depósitos ni conceden créditos, lograron compensar esa caída con un fuerte aumento en las comisiones que cobran por servicios. Además, están consiguiendo enormes ganancias con la compraventa de dólares y de cuasimonedas, principalmente de Patacones y Lecop. Sólo en este concepto ganan más de 250 millones de pesos al mes. Por otra parte, las altísimas tasas que cobran por adelantos en cuenta corriente y financiación con tarjetas de crédito también les están generando utilidades extraordinarias. Con estos negocios, si el Estado les compensa las pérdidas patrimoniales que sufrieron por los retiros en dólares resultantes de los amparos judiciales y por la eliminación del CER, los bancos conseguirán cerrar el catastrófico año 2002 con ganancias superiores a las del año pasado.
Al igual que en la década del ‘80, cuando prácticamente no había crédito disponible, el sistema financiero se está convirtiendo en un negocio de operaciones transaccionales. Los bancos viven de comisiones y de la financiación a corto plazo. Luego del corralito, la devaluación y el default, los banqueros anunciaron que el sistema iba a sufrir un profundo ajuste, porque estaba sobredimensionado para el mercado que les quedaba. De las 100 entidades actuales, se estimaba que cerrarían la mitad. Pero en pocos meses le encontraron la vuelta al nuevo escenario y comenzaron a ganar dinero, aun en medio de la debacle. Un economista de la calificadora que más bancos analiza en el país, que pidió no ser citado, señaló a Cash que se espera que, por lo menos durante los próximos doce meses, hasta que el país supere la actual crisis, los bancos obtendrán importantes utilidades por transacciones de intermediación en el mercado cambiario y por las altísimas tasas de interés vigentes. El experto recordó a este suplemento que en 1980, en una situación similar, en el país operaban cerca de 450 entidades financieras, de las que 200 eran bancos.
Durante junio los bancos vendieron más de 1300 millones de dólares con una ganancia bruta promedio del 3 por ciento. Los 39 millones de dólares ganados significan una rentabilidad anualizada de 1638 millones de pesos, fruto de un negocio que el año pasado no existía. En esta estimación no se toman en cuenta las diferencias generadas en los últimos meses por el aumento de la moneda norteamericana. Hubo días en que los bancos compraron a la mañana a 2,80 pesos y vendieron a la tarde a 3,10. Tampoco se mensuran las ganancias adicionales que obtienen comprando a precio directo del Banco Central y vendiendo en el mercado libre. En el sistema se comenta que muchas de las personas que hacen cola para comprar dólares, en realidad alquilan su documento de identidad para que los bancos compren dólares a nombre de ellos a menor precio. Los bancos con mayor número de sucursales, que en un primer momento amenazaban con cerrar la mitad de sus locales, se dieron cuenta de que ahora tienen una casa de cambio en cada barrio y no quieren perder ese negocio.
Otro filón inesperado que les está dejando enormes ganancias y que tiende a crecer son las operaciones con cuasimonedas. Muchas empresas y comercios que reciben Patacones, Lecop y otros bonos se ven obligados a venderlos para conseguir pesos. Los bancos cobran un promedio del 8 por ciento por esos movimientos. En junio, en el sistema se realizaron transacciones por 1500 millones de pesos. La ganancia bruta por este concepto fue de 120 millones de pesos. En el año esperan ganar más de 1500 millones por esa intermediación.
Hasta el año pasado los bancos tomaban dinero a un promedio del 10 por ciento y lo prestaban a una tasa media del 20 por ciento. La gananciabruta era de un 10 por ciento. Así, durante el 2001 tuvieron 15.300 millones de pesos por ingresos financieros, 8200 millones por egresos y 2500 millones de pérdidas por incobrabilidad. Este ítem cerró con una ganancia neta de 4600 millones de pesos. Este año se reducirá fuertemente ese movimiento por la casi desaparición del crédito y de nuevos depósitos y, además, habrá un mayor volumen de incobrables. Pero hay dos rubros que salvarán gran parte de la caída: los ingresos por adelantos en cuenta corriente y financiación con tarjeta de crédito. La razón es que la ganancia bruta en esos dos rubros, que en este momento acumulan un stock prestado de 6200 millones de pesos, es del 60 por ciento. Los bancos toman dinero a un promedio del 30 por ciento y lo prestan en giros en descubierto y tarjetas al 90. La ganancia anualizada, sólo en este concepto, suma 3720 millones de pesos. El año pasado había generado 1100 millones.
El corralito armado por el ex ministro Domingo Cavallo obligó a amplias franjas de la población a bancarizarse. Hecho que derivó en un inmediato aumento de los ingresos por cobro de comisiones, como las de mantenimiento de cuentas corrientes, de cajas de ahorro y renovaciones de tarjetas, entre otras. Los bancos, a su vez, aumentaron un promedio del 40 por ciento las comisiones y comenzaron a cobrar por motivos que antes no lo hacían. Por ejemplo, están cobrando una comisión por la no utilización del dinero disponible en cuenta corriente para girar en descubierto. Las cajas de seguridad, que antes tenían una ocupación promedio del 50 por ciento, se colmaron con dinero que fugó del sistema y los precios de alquiler se duplicaron. Por estas razones se espera que los bancos reciban ingresos adicionales por 2000 millones de pesos más que en el 2001.
Durante los últimos tres años, con la economía primero en recesión y
luego en depresión, los bancos ganaron plata. En el 2002, en un país que perderá un 15 por ciento de su PBI, van a seguir ganando. Los ingresos extraordinarios detallados más arriba suman 7758 millones de pesos. Los bancos tendrán que soportar pérdidas por el fuerte aumento de la morosidad. Sobre un stock de créditos al sector privado de casi 40 mil millones de pesos, en el año pasarán a pérdida varios miles. Pero esos quebrantos se llevarán, como máximo, la mitad de los ingresos extra. Los bancos seguirán presionando al Gobierno para que los compense por las pérdidas patrimoniales surgidas por decisiones del Ejecutivo que aún no se les reconocieron. Si lo logran, aun en medio de la peor crisis de la historia del país, saldrán ganando, otra vez más.
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