EVOLUCION DEL DOLAR, CORRALITO Y EL RECLAMO DE LOS AHORRISTAS
“Devolver dólares es pura ficción”
El gerente para América Latina del estatal Banco do Brasil señaló que el deseo de los ahorristas de recuperar el dinero en dólares no se puede cumplir. También se refirió a la situación de Brasil.
› Por Cledis Candelaresi
Evandro Lopes de Oliveira, gerente regional para America latina y México del estatal Banco do Brasil, explicó a Cash por qué fue una de las entidades más activas en el mercado de cambio cuando la devaluación volcó a cientos de ahorristas al microcentro en busca de dólares y reveló su pronóstico sobre la evolución del billete verde para comienzos del próximo año: con muy poca variación, aun durante las elecciones.
Ustedes fueron de los primeros en vender dólares por cuenta y orden del Banco Central.
–Al principio, el Banco Central no tenía normas muy claras y eso dejó a varios bancos afuera. Con la estabilidad, había desaparecido el mercado cambiario local y algunas entidades ni sabían cómo conseguir dólares para vender. Nosotros sí teníamos experiencia, estructura y logística, además de liquidez en dólares, entre otras razones, porque teníamos acceso a líneas de crédito del exterior.
Ustedes hicieron una buena diferencia comprando barato dólares del Central que reubicaron, luego, al precio de mercado libre.
–Es cierto que nosotros aprovechamos nuestras ventajas competitivas y que hicimos una diferencia, aunque con márgenes pequeños. Pero también es cierto que ayudamos a estabilizar el precio del dólar, vendiendo más barato que el resto. Después, simplemente bajó la demanda.
¿Y por qué bajó la demanda?
–No hay una disponibilidad ilimitada de pesos para comprar dólares. Y los que se compraron se atesoraron y no volvieron al mercado, comportamiento que tiene un efecto paralizante de la economía.
¿Piensa que hay que abrir el corralito?
–En un sentido es malo y en otro es bueno. La estabilidad del dólar ayuda a estabilizar precios. Pero la falta de pesos es muy mala para toda la economía, ya que agrava la recesión. El dilema es elegir entre recesión con dólar bajo o crecimiento con dólar en ascenso. Yo prefiero crecimiento económico, que mejora, entre otras cosas, el empleo.
¿Con qué tipo de cambio están haciendo proyecciones para principios del año que viene?
–No creemos que vaya a haber muchas modificaciones. Por eso trabajamos con una hipótesis de dólar de 3,40 a 3,70 pesos.
¿Cree que las elecciones puedan impactar en el tipo de cambio?
–No, porque todo el daño que podría haberse producido ya se produjo.
La mayoría de los precandidatos opinan que la devolución de los depósitos reprogramados debería ser competencia de cada banco y que el Estado tendría que involucrarse lo menos posible, para minimizar el costo fiscal.
–El Banco do Brasil ya tomó la decisión de liberar depósitos, así que nosotros no tenemos más reprogramados. Fue fácil porque no teníamos una captación muy grande de ahorros. Pero no creo que sea muy práctico obligar a que cada banco busque la solución individual, porque las entidades no tuvieron la opción de definir condiciones con sus deudores. Además, una parte muy importante de los activos fue pesificada. Quizás el banco quisiera devolver dólares, pero no podría hacerlo. No es una buena propuesta para el sistema, aunque desde el punto de vista individual es justo que un ahorrista que depositó dólares pueda recuperar su ahorro en esa moneda.
¿Cree que es necesario que el Gobierno vete la prórroga de la aplicación del CER o la suspensión de las ejecuciones hipotecarias?
–El problema de las ejecuciones es crucial, ya que en la banca existe la impresión de que la ley argentina es muy favorable a quien no quiere pagar. La gente tiene el sueño de que un día los bancos puedan devolver los depósitos en dólares. Pero eso es pura ficción si se dificulta el cobro de los créditos.
La economía brasileña está mucho menos dolarizada que la Argentina, ¿desde el banco se ve como una ventaja?
–En Brasil el ahorrista común no tiene interés en el dólar y sus depósitos son en reales. El territorio del país es muy grande y no hay logística para cubrirlo con dólares: la concentración, en definitiva, hace más fácil controlar el precio del billete. Pero tenemos un problema mayor al de la Argentina, que es el del tamaño del mercado monetario, en el que las corridas resultan más peligrosas. Acá no hay tantos capitales internacionales ni de gran volumen que puedan retirarse repentinamente. En los últimos días, el dólar subió tanto por esa fuga.
¿El gobierno de Brasil está pensando hacer algo para frenarla?
–El mercado monetario de Brasil es el cuarto o quinto del mundo y tiene mucha liquidez. La capacidad del gobierno de influir es menor. El actual problema de Brasil es que, a raíz de la crisis regional, los bancos internacionales cortaron las líneas de crédito y eso terminó presionando sobre el mercado de cambios. Pero la demanda de dólares en Brasil es de empresas e inversores, no de pequeños ahorristas.