LA CADENA TRIGUERA, PRINCIPAL RECEPTORA DE COMPENSACIONES
Un total de 271 millones de pesos ubican al circuito trigo-harina al tope del ranking de los subsidiados vía compensaciones.
› Por Claudio Scaletta
Los efectos de las compensaciones a los sectores intermedios de las cadenas agroindustriales provocan en el sector triguero algunos efectos predecibles.
La producción de trigo es demandada principalmente por dos actores, la industria molinera y los exportadores. Los destinos son el mercado interno y la plaza del exterior, respectivamente. En números gruesos para la presente campaña, la Secretaría de Agricultura espera una cosecha triguera de poco más de 15 millones de toneladas de trigo. De este total se prevé que entre 6 y 7 millones se destinarán al mercado interno y, en consecuencia, entre 8 y 9 millones se exportarán. Quienes quieren exportar deben inscribirse en un registro. Las ventas externas que no fueron anotadas no pueden realizarse. Actualmente el registro está cerrado. Pero para la presente campaña ya hay anotados, es decir declarados, 7,4 millones de toneladas, de las cuales 7,2 ya fueron compradas por los exportadores.
El mercado, entonces, es hoy regulado por una doble vía: la existencia de retenciones y el manejo del registro, vía aperturas y cierres. Respecto del primer punto, las retenciones son tanto a las harinas exportadas por los molinos, entre 5 y 10 por ciento según el grado de aditamentos, como al grano, 28 por ciento. Adicionalmente, se estableció un sistema de compensaciones a los molinos y a los productores primarios para dejar fijo el precio en el mercado interno o “de abastecimiento”.
El procedimiento es, a grandes rasgos, el siguiente: existe el citado precio oficial de abastecimiento, que es de 370 pesos la tonelada, y un precio en base al de exportación que se publica diariamente llamado FAS (FOB menos gastos y retenciones). Este viernes, por ejemplo, dicho precio era de 657 pesos. En Chicago, las opciones para marzo cotizan por encima de los 300 dólares la tonelada.
¿Cómo funcionan las compensaciones? La Oncca se hace cargo de la diferencia entre el precio oficial y el FAS. Por ejemplo, si un productor primario le vende a un molinero a un precio de mercado que hoy ronda los 500 pesos, la Oncca compensará al molino en 130 pesos y al productor primario en 157 pesos.
Hasta el presente, la cadena triguera fue la principal receptora de los subsidios estatales. Al 10 de enero, sobre un total de 875 millones de pesos otorgados, la industria molinera había recibido casi 208 millones de pesos y los productores de trigo poco más de 63 millones. Un total de 271 millones de pesos que ubican a la cadena cómodamente al tope del ranking de los subsidiados.
Hasta aquí todo parece lógico. Unos 90 mil productores trigueros reciben el precio FAS y unos 280 molineros pagarían en el mercado interno el precio de abastecimiento. ¿Cuál es el problema? Pareciera ser sólo burocrático. El volumen de papeles por la cantidad de actores se tradujo en demoras de hasta 6 meses en las compensaciones.
Pero hay otra cuestión. En la práctica se está subsidiando al 70 por ciento de los molinos que operan en blanco el precio de la materia prima. No sólo la de las harinas que se destinan al mercado interno, lo que justificaría la medida, sino también la de las que se exportan a Brasil. Que el negocio es brillante surge del dato de que en la última campaña se molieron 5,2 millones de toneladas y en la actual ya se habla de que se necesitarán más de 7 millones. El cierre de los registros de exportación, a su vez, provoca otro efecto en el mercado: la demanda de trigo está planchada, lo que baja el precio de mercado a los citados 500 pesos y, por lo tanto, el efectivo inmediato del que disponen los productores primarios.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux