Los datos fueron elaborados por Confederaciones Rurales Argentinas, CRA, una de las entidades del agro más ultramontanas. Se agrega también el problema de ser juez y parte: es un informe preparado por un actor involucrado. Sin embargo, los números son atendibles por una razón en particular: el límite para cualquier política sectorial, del tipo que fuere, es la caída de la producción o del capital reproductivo. Carnes y lácteos son actualmente dos sectores que se encuentran frente a esta situación y no por razones atribuibles al contexto de los mercados local e internacional.

En un estudio difundido esta semana, sobre la base de indicadores de faena proporcionadas por la Oncca, CRA sostiene que 2007 constituyó un punto de inflexión en materia productiva por dos razones: porque se faenan animales cada vez más jóvenes y porque existe una liquidación de vientres. Es decir, aumenta la faena de animales más jóvenes, lo que significa menos tiempo de terminación o engorde, y se faenan cada vez más hembras, lo que en materia ganadera es algo así como liquidar el stock de capital. Datos similares fueron recolectados también en varios informes de 2007 de Ciccra, una de las cámaras que agrupa a la industria frigorífica.

Los productores ganaderos tienen el dilema de ganar ahora o esperar. Foto: Guadalupe Lombardo.

La investigación de CRA se concentra en los últimos tres años. Mientras en 2005 se faenaron cerca de 4 millones de novillos, en 2007 apenas se pasaron los 3,5 millones. En contrapartida, los novillitos faenados pasaron de 2,3 millones en 2005 a 3,5 millones en 2006 y 3,3 millones el último año, mientras que la faena de terneros pasó de 425 mil en 2005 a 692 mil en 2007.

Más allá de la composición, esto significa que en 2006 y 2007 se faenaron respectivamente 959 mil y 930 mil cabezas más que en 2005. Dado que el stock ganadero se mantuvo constante, esto indica lo que muestra el desglose; que se sacrificaron animales más jóvenes, es decir con menos tiempo de engorde. Pero sacrificar un ternero antes que llegue a novillo, cuyo engorde demanda de 18 a 24 meses, significa también que no se contará al año siguiente con un novillo que representa más kilos de carne.

Según CRA, este ajuste se sintió en la exportación, donde en 2007 habrían faltado medio millón de novillos, una cifra similar a la que faltaría este año.

El segundo punto es que también aumentó la cantidad de hembras faenadas. De casi 3,1 millones sacrificadas en 2005 se pasó a cerca de 4,4 millones en 2007, casi 1,3 millón más. Aquí también se verificó la tendencia de un mayor sacrificio de animales jóvenes. Según concluye el informe, la “liquidación de las futuras madres no cubre la reposición de vientres”.

La suma de los dos factores, mayor faena de animales jóvenes y mayor faena de hembras, significa una disminución de la oferta futura que redundará en la imposibilidad de mantener el actual consumo per cápita. La profecía ya lleva varios años, pero los números comienzan a corroborar la certeza de la predicción. Por ahora el ajuste vino por el lado del volumen exportado, pero este ajuste también tiene un límite.

Más allá de las disputas por los precios y por el reparto de la renta, el problema existe.

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