EL TRATADO CONSTITUTIVO DEL SISTEMA UNIFICADO DE COMPENSACIóN REGIONAL DE PAGOS (SUCRE)
Una de las ventajas del Sucre es que permite realizar transacciones en monedas locales entre los países miembro. Participan de ese acuerdo Ecuador, Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela. El objetivo es extenderlo a la Unasur.
› Por Natalia Aruguete
El Tratado Constitutivo del Sistema Unificado de Compensación Regional de Pagos (Sucre) se firmó con el objetivo de “afianzar la independencia y soberanía monetaria y financiera, en la perspectiva de lograr el desacoplamiento progresivo del dólar estadounidense, mediante la creación de una unidad de cuenta denominada Sucre”. Este mecanismo, del que participan Ecuador, Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela, consiste en realizar transacciones comerciales en moneda local entre los países suscriptos al acuerdo, con importantes ventajas en diversos niveles, explicó Eudomar Tobar, presidente del Consejo Monetario Regional del Sucre. De paso por Buenos Aires invitado por el Cemop, el funcionario venezolano dialogó con Cash sobre las conveniencias de este sistema, no sólo por la disminución en los costos y la maximización de los tiempos de la transacción, sino además por el ahorro en divisas que supone para los gobiernos de los países miembro.
¿Cuáles son las condiciones para ingresar al Sucre?
–Coincidir con el Tratado. Una de las ventajas de este sistema es que permite realizar transacciones en monedas locales en los países que se han suscripto a este instrumento. Una persona jurídica entra en contacto con otra de otro país con el que hará la comercialización y, una vez que han acordado la negociación, van a un banco operativo –privado o público– autorizado por el Consejo Monetario Regional, que participa del mecanismo. Lo que allí hay es un pago en moneda local.
¿Cómo se realiza el pago en moneda local?
–La transacción se ejecuta a través de la Cámara de Compensación, porque hay una unidad de cuenta denominada Sucre, que es la moneda virtual que permite precisamente que los dos países que participan de la transacción se junten, por ejemplo, Venezuela y Bolivia. En consecuencia, los pagos entre los Bancos Centrales de dichos países se realizan en Sucre. Y, por supuesto, las contrapartes específicas reciben sus pagos en moneda local.
¿Cuál es el nivel de ahorro que tienen productores y exportadores a raíz del uso de este mecanismo?
–Hay ahorros importantes en costos transaccionales y en la capacidad de maximizar los tiempos, porque los pagos se hacen en tiempo real. Para un país que requiere de divisas para otras actividades de interés nacional –área social, educación, salud o infraestructura–, el pago en monedas locales se traduce en un ahorro en divisas. Es una ventaja adicional porque nosotros dependemos –las economías regionales– de monedas duras.
¿Cómo participan desde el Sucre en las discusiones sobre la nueva arquitectura financiera en la región?
–El ALBA está circunscripto a países de América latina y el Caribe, también en América del Sur se está generando un proceso de integración interesante en el marco de Unasur. Indudablemente, este proceso de integración se puede complementar con Unasur, claro que eso es algo que hay que ir trabajando. Yo veo en el mediano plazo la posibilidad de que se puedan hacer actividades conjuntas. Este proceso de integración está enmarcado en aquello que buscaban nuestros libertadores: alianzas y sinergias que contribuyan al fortalecimiento de la soberanía, desde el punto de vista del fortalecimiento comercial y financiero y de la cohesión social y el bienestar para nuestras poblaciones.
¿Cree que podría darse que una iniciativa absorba a la otra?
–Yo no diría absorción, porque son decisiones políticas de otro nivel. En el caso de la Unasur y el ALBA, los principios son prácticamente los mismos: solidaridad, complementación, cooperación, respeto a las soberanías de los pueblos y complementación productiva. Hacia ese objetivo vamos todos. Eso conduce a que se puedan acoplar ambos mecanismos de integración.
¿Cómo evalúa el proceso de formación del Banco del Sur?
–Es otro mecanismo importante e interesante para el fortalecimiento de nuestras economías y regiones en el marco de este proceso de integración. El Banco del Sur es un mecanismo donde están participando siete países en la actualidad, aunque deberían participar todos los integrantes de la Unasur. Esperamos que vayan sumándose el resto de los países. Es un brazo financiero que nos permitirá financiar y fortalecer nuestro proceso de integración económica, así como en los marcos político, social y ambiental. Gran parte de nuestros ahorros se colocan en los grandes bancos internacionales que están en los centros financieros, y esos ahorros nos retornan en calidad de préstamos con tasas altas. Si fortalecemos el Banco del Sur, esos ahorros pueden redistribuirse y reutilizarse en el financiamiento de proyectos económicos, productivos y sociales de nuestras naciones.
¿Qué rol cree que hubiera jugado en el marco de la crisis mundial?
–Esta crisis, que se inició en la cuna de los centros de poder a nivel mundial y todavía sigue latente, indudablemente impactó en nuestras economías. Un Banco del Sur fortalecido hubiese contribuido a evitar que esos coletazos nos impactaran. Se ingresó en un momento de liquidez de muchos países, esas situaciones aún perduran y, en el contexto mundial actual, observamos que probablemente esas crisis se agudicen.
¿Por qué cree que se demoró tanto la constitución del Banco del Sur?
–Es natural. Los procesos de integración son procesos de maduración con bastante demora, que requieren discusiones amplias, hay además agendas muy fuertes por parte de los países y eso limita un poco el tiempo para su desarrollo. Por otra parte, hay criterios técnicos que necesitan ser afinados y, además, un banco de cierta magnitud requiere afinación en su desarrollo. Estamos en la segunda fase en la que se acuerda cómo debe funcionar desde el punto de vista operativo y del desarrollo de su actividad en el área crediticia y de tasación.
¿Qué particularidades han tenido las relaciones comerciales entre Venezuela y Argentina durante la actual gestión?
–Se han firmado muchos acuerdos de cooperación que son fundamentales para el desarrollo de nuestras economías, no sólo en los terrenos económico, político y social, sino también desde el punto de vista financiero. Argentina tiene una economía grande, de las más importantes de América del Sur, y Venezuela es una economía importante en el marco de América del Sur y del Caribe. Son dos economías necesarias para el fortalecimiento de la integración en el marco de la Unasur
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