A DIEZ AñOS DE LA PESIFICACIóN ASIMéTRICA
› Por Hernan Letcher *
La pesificación asimétrica, ocurrida a principios de 2002, fue el último hecho significativo de la etapa económica iniciada el 24 de marzo de 1976, la de valorización financiera. El ministro de Economía de aquel momento, Jorge Remes Lenicov, dada la presión de los empresarios más poderosos, pesificó 1 a 1 las deudas privadas superiores a 100 mil dólares. Se desdijo así de la primera opción, que implicaba una conversión a 1,40. Los depósitos de los ahorristas y los pases del Banco Central se pesificaron a 1,40 por dólar, al igual que los préstamos del sector público y los encajes bancarios. El costo de la socialización de las pérdidas, con emisión de títulos públicos, compensaciones varias y auxilios públicos con líneas de redescuentos en la crisis 2001-2002 para los bancos y la emisión de otros títulos para cubrir la restitución del 13 por ciento de los haberes, los reclamos a la Anses, el PAMI, proveedores y todo tipo de deuda del Estado nacional contraída antes del 31 de diciembre de 2001, significó el aumento en aproximadamente 47.000 millones de dólares de deuda pública nacional.
La fijación del dólar en 1,40 duró poco tiempo. El FMI se negó a entregar el “auxilio” prometido, facilitándolo sólo a condición de la liberación del mercado de cambio. La cotización de la moneda estadounidense llegó así a los 2,50 pesos. La devaluación significó la transferencia de ingresos del trabajo al capital en el orden del 8-9 por ciento. Toda la etapa estuvo marcada por decisiones en materia económica tendientes a favorecer al capital concentrado. En este sentido un hecho sintomático, luego de la pesificación, fue la derogación, el 30 de mayo de 2002, de la ley de subversión económica. El objetivo fue cumplir con un pedido del FMI orientado a impedir investigar el accionar de los banqueros.
Sin embargo, la pesificación fue “sólo” un hecho más de un modelo económico que significó una constante transferencia económica en favor del poder económico y que se enmarca en la denominada “revancha clasista” puesta en práctica desde la dictadura cívico-militar. Desde el 24 de marzo de 1976 se suceden:
1. El congelamiento por 90 días de los salarios y la liberación de los precios, en abril del ’76.
2. La reforma financiera del ’77.
3. La socialización de deudas a través de los seguros de cambio desde 1981-82.
4. La hiperinflación en 1989.
5. Las privatizaciones en la década de los noventa.
6. La fuga de capital en 2001-2002.
7. La pesificación asimétrica en 2002.
Cada uno de estos hechos significó la transferencia de riqueza del trabajo al capital, y al mismo tiempo, la estructuración de la economía de manera funcional a los intereses de la oligarquía diversificada. El gran logro del Gobierno desde 2003 no pasa por haber ganado una exigente batalla con el poder financiero, sino por alterar el paradigma de desarrollo que se instaló hace treinta y cinco años, en el cual la valorización financiera predominó sobre el modelo industrial
* Secretario general de Segundo Centenario, contador, Maestría en Economía Política (Flacso).
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