El fallo de la Corte Suprema de Justicia que declaró la constitucionalidad de todos los artículos de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual impactó de manera directa en las acciones del Grupo Clarín, que habían aumentado fuerte en los últimos meses con la especulación de que mantendría su posición dominante. La compañía perdió en sólo dos días la mitad de su capitalización bursátil, mientras que en el mercado londinense el desplome fue aún más profundo. La caída responde a que los inversores descuentan en el precio la desinversión del grupo para adaptarse al nuevo marco regulatorio. En el mercado local existen otras acciones que en el último año iniciaron una escalada sustentada en rumores –todavía sin confirmación– de un cambio en la política económica.

Los financistas repiten entre sus frases favoritas la idea de que para ganar en el mercado “hay que comprar con el rumor y vender con la noticia”. Esto implica que, si se tiene “la fija” de que una empresa puede verse beneficiada por alguna política, fusión o buenos resultados operativos, uno debe posicionarse en ella. Cuando la situación se confirma, se supone que el inversor ya hizo una diferencia y es momento de vender e ir en busca de otra oportunidad. Los papeles del Grupo Clarín comenzaron su escalada el 14 de agosto, luego de las elecciones primarias simultáneas y obligatorias. Durante todo el semestre previo, estas acciones se habían mantenido de 8,50 a 10,50 pesos con escasa volatilidad. La suba se explicaba en que los hombres de negocios descontaban que la Corte Suprema fallaría a favor de Clarín, esperanza que se acrecentó con el resultado de los comicios. En lo que va del año –y hasta el martes pasado–, el papel de Clarín acumulaba una mejora de 227,1 por ciento. Pero el rumor no se confirmó. Por el contrario, el resultado fue el opuesto. Tras el fallo de la Corte, en la Bolsa local bajaron 5,7 por ciento, porque la cotización fue interrumpida. En la jornada siguiente se desplomaron 33,2 por ciento hasta 17,50 pesos, previo a perder hasta 50 por ciento a media rueda. En Londres, la caída fue de 20,8 por ciento y 26,3 por ciento en cada uno de esos días hasta cotizar 3,76 libras.

La caída adelanta la disminución segura de las ganancias del grupo por la desinversión obligada por ley. El multimedios debe definir en primera instancia si se queda con Canal 13 o Cablevisión-Multicanal, ya que la ley prohíbe a una misma compañía ser dueña de una licencia de televisión abierta y de una compañía de cable. Si se queda con las operaciones de cable –cuya empresa está valuada en 675 millones de dólares–, deberá vender Canal 13 (300 millones de dólares), además de reducir el espectro al que ofrece el servicio, que actualmente es de 47 por ciento de los usuarios al 35 por ciento exigido, y deberá limitar su cobertura a sólo 24 localidades.

Dentro del panel líder hay otros activos que sustentan su suba en rumores. También los hay sobre fundamentos sólidos, como el caso de los bancos, cuyas acciones muestran un importante retraso respecto de sus pares en la región. En el primer lote se anota la suba de las compañías energéticas, con Edenor a la cabeza, y luego le sigue Pampa Energía. En estos casos, la especulación es por un ajuste de tarifas para los servicios de electricidad y gas. Los papeles de Edenor acumulan un alza de 240,9 por ciento

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