EL BAúL DE MANUEL
› Por Manuel Fernández López
Salario real
Usted come plata? Claramente no. Podrá comer papas, carne, verduras,
etc. La plata, en todo caso, es lo que le sirve para obtener esos bienes en
el comercio. Luego, si es un perceptor de sueldo o salario, el valor de su ingreso
no es la cantidad de plata que gana sino la cantidad de bienes que puede adquirir
con esa plata. Si llamamos S a su sueldo o salario, y P al precio de un bien,
el cociente S/P le mide cuántas unidades físicas de ese bien se
compran con su sueldo o salario. Veamos: S es un número de pesos que
usted cobra por trabajar durante un tiempo, por ejemplo un mes. Es “plata”
por “mes”, o en términos más abstractos, $/tiempo
de trabajo. Y P es “plata” por unidad del bien elegido, o en términos
más generales, $/cantidad de bien. Si dividimos S por P, la cantidad
de plata ($) se cancela en numerador y denominador, y queda S/P = cantidad de
bien / tiempo de trabajo, es decir, qué cantidad de dicho bien puede
comprar con un mes de trabajo. Para mayor generalidad, conviene considerar como
S un índice de sueldos y salarios en diversas ocupaciones, y como P un
conjunto de distintos bienes consumidos por una familia típica de trabajadores.
Ese es el verdadero salario real. ¿Cuándo aumenta o disminuye?
La variación proporcional o porcentual de S/P se calcula por la expresión
dlog S/P (se lee: diferencial del logaritmo de S/P), que equivale a dlog S -
dlog P (pues el logaritmo de un cociente es igual a la diferencia entre el logaritmo
del numerador y el logaritmo del denominador). La letra “d” indica,
intuitivamente, la variación de la magnitud respectiva. Si su salario
en plata está congelado, como ocurre con la enorme mayoría de
trabajadores, y en particular los estatales, su variación es cero. O
en términos simbólicos: dlog S = 0. Los precios, en cambio, están
fluctuando (subiendo) constantemente. Luego, la variación del salario
real es igual a . dlog P, es decir, una disminución. El más mínimo
incremento de un precio, con salarios congelados, reduce el salario real. Así
ha ocurrido desde abril de 1991, cuando el inefable Cavallo decidió congelar
sueldos y salarios. Son conocidas las ganancias de empresas privatizadas, la
concentración de ingresos, y las ganancias de bonistas extranjeros, más
la riqueza adquirida por los políticos en el poder. Ese inclinar la cancha
de la distribución a favor de ricos y poderosos, tuvo su contraparte
en la baja del salario real.
Venecia
sin mí
La universidad de Venecia ha sido en estos días la casa de “accoglienza”
de los historiadores del pensamiento económico nucleados en la Asociación
Europea de Historia del Pensamiento Económico, con sede en ... ¡ninguna
parte en especial!, o en todo caso, en la universidad que sea sede del encuentro
en el año venidero, como ha sido este año la de Venecia y en el
próximo será la de Stirling, en Escocia. El primer encuentro tuvo
lugar en Marsella (1997), la ciudad más antigua de Francia, sobre “Keynesianismo
antes y después de Keynes”; la segunda, en Bolonia (1998), sobre
“Instituciones, mercados y división del trabajo”; la tercera,
en la universidad de Valencia (1999), sobre “Tradiciones nacionales en
el pensamiento económico y la difusión de las ideas”; la
cuarta, en la universidad de Gratz (2000), sobre “¿Hay progreso
en la ciencia económica?”; la quinta, en la universidad de Darmstadt
(2001), sobre “La influencia de los acontecimientos políticos en
la evolución del pensamiento económico”; la sexta, en la
universidad de Rethymno (Creta), 2002, sobre “El desarrollo económico
en la historia del pensamiento económico”; y el año pasado
en la universidad de París (Sorbona), sobre “El agente económico:
teoría e historia”. Los historiadores italianos son la mayor proporción
(un 30 por ciento); les siguen los franceses y los ingleses, pero no faltan
los alemanes, los españoles, los austríacos y los portugueses.
¿Cómo se las arreglan personas de países tan heterogéneos
para comunicar sus estudios y a la vez entender los de otros? Han optado por
una regla sencilla: expresarse en inglés. Tanto los trabajos de los congresos
como la revista de la asociación, The European Journal for the History
of Economic Thought, son en inglés. Es común ver en esos congresos
a figuras de reconocimiento internacional, como Mark Blaug, Luigi Pasinetti,
Andrew Skinner, Pierangelo Garegnani, y a historiadores de mediana edad, como
Heinz Kurz, Neri Salvadori, Vicent Llombart, Salvador Almenar, Richard Arena
(actual presidente), Jean Cartelier, Cosimo Perrotta, etc. A diferencia de otras
asociaciones, como la japonesa, la australiana y la estadounidense, parte significativa
de los estudios presentados se refieren a hitos notables del pasado europeo,
como la Grecia antigua y la escolástica. Una sociedad pluralista, donde
no faltan el enfoque sraffiano o el marxista.
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