La fuga de capitales sería de una magnitud extraordinaria, muy superior a la que se declara oficialmente y que ha producido el vaciamiento financiero que padece nuestro país. Indicaría, cada vez con mayor claridad la posibilidad de que el “corralito” dictado por el cavallismo haya servido para encubrir y blanquear el enorme desfalco realizado. Para justificar su presunta imposibilidad de devolver los depósitos, la banca aduce que ha prestado dichos fondos. Segacionales.
Ejemplo de la venta de la cartera de préstamos, aunque parcial, es lo que está sucediendo en la actualidad con el Banco Galicia.
La aplicación de las dos medidas anteriormente señaladas permitiría capitalizar al sistema bancario, posibilitar una salida racional del corralito y restablecer la confianza en el sistema financiero que en la actualidad es prácticamente inexistente. E impulsaría la imprescindible reactivación económica.