FINANZAS › OTRA VEZ FALLARON LOS PRONóSTICOS DE LOS GURúES
El Euro se pinchó
Los principales bancos de inversión estimaban que la moneda única se ubicaría en una banda de 1,40 a 1,50. Pero se equivocaron. La mejora económica de Estados Unidos explica el retroceso de la divisa.
› Por Claudio Zlotnik
Se había convertido en la estrella de las inversiones. Llegó a concentrar un tercio de las ventas de divisas en las casas de cambio. Y las previsiones de los financistas era que el fenómeno se extendería. Pero, como ocurrió tantas veces, los analistas de la city volvieron a fallar en sus pronósticos: el euro se pinchó. La moneda europea se encuentra por debajo de 1,20 por dólar, y dejó de ser la atracción de los inversores.
No sólo en el microcentro, también en los principales bancos de inversión internacionales vaticinaban que el euro treparía a 1,35/1,40 por dólar. Los argumentos de los especialistas parecían sólidos: Estados Unidos debía hacer algo para corregir su déficit comercial record. A pesar de que sus ventas a Europa equivalen a tan sólo el 15 por ciento del total, los financistas se jugaban a una debilidad creciente del dólar frente al euro. Pero algo falló.
En la city tomaron nota de los hechos que hicieron que la tendencia se diera vuelta y arruinara los pronósticos:
n En Estados Unidos, la inflación sube más de lo previsto. El mes pasado fue del 0,5 por ciento (contra un pronóstico de 0,3) y del 0,4 por ciento sin tomar en cuenta los rubros más volátiles, alimentos y energía, el doble de lo aguardado por el mercado.
n En este marco se duplicó la cantidad de puestos de trabajo que se generan por mes. En marzo fueron 308 mil.
n También se nota un incremento mayor al esperado en el consumo.
En este contexto, los financistas evalúan una chance que había quedado olvidada: que Alan Greenspan suba la tasa de corto plazo antes de que termine el año. Esta posibilidad era esperada recién para 2005, una vez cerrada las elecciones presidenciales, pero el temor a un repunte de la inflación en medio del fuerte crecimiento económico cambiaría las cosas.
La primera pista ocurrirá este miércoles: Greenspan dará testimonio en el Congreso estadounidense sobre la marcha de la economía. La segunda señal tendrá lugar el próximo martes 4, cuando se reúnan los directores de la Reserva Federal (banca central estadounidense).
Algunos bancos de inversión de primera línea, como el JP Morgan, ya advirtieron sobre un inminente aumento de la tasa internacional. En su último reporte consideró que ello podría ocurrir en agosto. Se cortaría así una racha con el costo del dinero en sus mínimos históricos. En la actualidad, la tasa de corto plazo se encuentra en el 1 por ciento anual.
Bajo este panorama, algunos consultores económicos prevén un euro entre 1,18 y 1,24 en el corto plazo, pero declinando a una banda de 1,10/1,15 para el año que viene.
Si ese fuera el escenario, algunos economistas de la city presagian traspiés para la Argentina. Vislumbran que si el dólar se sigue robusteciendo habrá una caída en los precios de los granos. Según esa lógica, como los commodities se referencian en la moneda estadounidense, su fortaleza retraería la demanda mundial de esos productos y sus precios también caerían.
Muchos de los que hasta hace poco se deslumbraban con el fenómeno del euro ahora empezaron a hacer sonar las alarmas. Se preguntan si, de confirmarse, los incipientes cambios en el mapa económico mundial se esconden algunos problemas para la floreciente economía argentina.