FINANZAS › PREFERENCIA POR PLAZOS FIJOS EN DOLARES Y POR LOS AJUSTABLES POR CER
Los ahorristas van por más
Los depósitos tradicionales no atraen a los inversores debido a que ofrecen una renta muy baja. Los indexados por la inflación crecenal ritmo que disminuyen aquellos que ofrecen sólo tasa de interés.
› Por Claudio Zlotnik
Suponga el lector que una persona hizo un plazo fijo a tres meses por 10.000 pesos el último 1º de junio, a una tasa del 3,2 por ciento anual. Noventa días después, al cancelarlo, recogió 10.080 pesos. Ahora vea la suerte que corrió un ahorrista que optó por los depósitos ajustables por el CER. Transcurrido el mismo período, los 10.000 pesos iniciales se transformaron en 10.190. O sea, gracias a que la inflación acumulada del trimestre resultó del 1,82 por ciento, a la que se añadió el 0,3 por ciento anual que los bancos le otorgaron, en promedio, a ese tipo de colocaciones, este último inversor obtuvo más del doble que su colega más conservador, que se inclinó por un depósito clásico. Este ejemplo sirve para graficar lo que viene ocurriendo en el sistema. Mientras hay una huida de los plazos fijos convencionales, se nota un fuerte crecimiento de aquellos que evolucionan con la inflación.
La aparición de los plazos fijos ajustables les permitió a los bancos moderar la caída de los depósitos. No se trata de una fuga masiva como la ocurrida durante la crisis. A pesar de las repetidas advertencias del Fondo Monetario sobre la aparente fragilidad de las entidades, los ahorristas no muestran nerviosismo ni histeria.
Ni siquiera el leve incremento que se dio en las tasas pasivas, del 2,5 al 3,5 por ciento en promedio, atrajo a los inversores. Son cada vez menos los que inmovilizan sus fondos a una tasa de interés negativa. En lo que va del año, los plazos fijos del sector privado que se pactan a tasa libre cayeron en 4030 millones de pesos. Esta contracción representa nada menos que el 14 por ciento del total.
Los depósitos con CER compensaron sólo una parte de la caída. En el año aumentaron en 2860 millones de pesos y ya totalizan 3760 millones. Con el ejemplo del principio queda en claro la razón de la actual preferencia de los inversores.
Otro rubro que está en crecimiento es el de los depósitos en dólares. Los concretados por individuos y empresas ya suman 1300 millones contra los 960 millones de finales del año pasado.
En la opción de los depósitos, sin dudas, la estrella son las colocaciones del sector público. Las imposiciones totales del Estado crecieron 16.000 millones de pesos, que equivalen al abultado superávit fiscal. No es casual, entonces, que en estos momentos los bancos privados ofrezcan una tasa más alta que los estatales.
Esa particular situación que se está dando con los depósitos será planteada por los banqueros cuando se reúnan con Martín Redrado. Por un lado, los financistas quieren aprovechar el buen momento de los depósitos ajustables por CER para extender el plazo mínimo de 90 a 180 días.
Ese tipo de colocaciones se convirtieron en una alternativa de inversión atractiva para ahorristas menos sofisticados. Una manera de no quedarse afuera de los buenos negocios que están haciendo los inversores sofisticados, que están apostando por títulos públicos y acciones, activos que en las últimas semanas se convirtieron en las estrellas de la city.