No hace mucho los bancos estadounidenses se erigían como modelo ante las demás entidades financieras. ¿Eran sinónimo de solidez? Ahora, sus máximos exponentes en la Argentina, el BankBoston y el Citibank, son los que muestran los mayores quebrantos en sus balances. La crisis cambió el mapa del sistema financiero. Los bancos públicos, denostados por el discurso ortodoxo de los ‘90, se convirtieron para los ahorristas en los más confiables durante el terremoto. La nueva era también dio protagonismo a los banqueros nacionales, cuyas entidades van ganando cada vez más terreno. Todo lo contrario ocurre con los extranjeros: golpeados, están perdiendo mucho dinero.
Entre en enero y septiembre, los bancos extranjeros mostraron un quebranto de 1187 millones de pesos, según el último registro divulgado por el BC. Diferente fue el comportamiento de las entidades estatales y las privadas de capital nacional. Estas últimas registraron una ganancia de 636 millones, mientras que los bancos públicos se anotaron una utilidad de 111 millones en aquellos mismos nueve primeros meses del año. Si se observan los resultados operativos, los extranjeros también aparecen como los únicos que perdieron: 833 millones. Entre los extranjeros de primera línea hay uno solo que presenta utilidades: paradójicamente, la Banca Nazionale del Lavoro, que se encuentra en proceso de venta. En nueve meses, la BNL embolsó 31,6 millones de pesos.
El BankBoston, por lejos, aparece como aquel al que peor le va. Entre enero y septiembre perdió nada menos que 613,7 millones de pesos. En el segundo lugar de ese ranking figura el Citibank. En el mismo período mostró un rojo de 69,6 millones. Después le siguieron el BBVA Banco Francés (-57,5 millones); el también de origen español Río-Santander (45,4 millones); el Societé Generale (que acaba de venderse al Banex, con un quebranto de 29,6 millones) y el HSBC (-26,4 millones).
En el Banco Central explican que las pérdidas de los extranjeros están relacionados con las siguientes causas:
- Impacto por los amparos. De los 8573 millones de pesos otorgados, la mayor parte corresponde a las extranjeras. El BC les ordenó contabilizar como pérdidas los amparos, pero les permitió hacerlo en 60 cuotas.
- No alcanzan a cubrir sus costos ante el retroceso que tuvieron como intermediarios. Como los extranjeros contrajeron sensiblemente el otorgamiento de créditos, cayeron sus ingresos. No les alcanzó con la caída de las tasas que pagan por los depósitos.
- Según datos oficiales, sus ingresos financieros netos –directamente ligados al otorgamiento de préstamos– cayeron drásticamente: un 89 por ciento en relación con la época pre-crisis.
- Y si bien los “cargos por incobrabilidad” se redujeron marcadamente desde el peor momento de la crisis, la caída en el “margen financiero” (la utilidad que les queda por prestar) hace que no puedan compensar los “gastos de administración”.
En el Central dicen que el panorama podría cambiar en 2005, ante el esperado aumento en el otorgamiento de créditos. Todo depende de que los extranjeros se suban a esa corriente. De lo contrario seguirán siendo los patitos feos del sistema financiero.