FINANZAS › SE ACERCAN NUBARRONES SOBRE EL “VERANITO FINANCIERO”
Solcito o lluvia
La apertura del corralito, el inminente fallo de la Corte contra la pesificación y la frase del presidente del BCRA, Aldo Pignanelli, sobre el riesgo de una híper alteró la estabilidad del mercado.
› Por Claudio Zlotnik
Desde el Ministerio de Economía los ven pero aseguran que cualquier chubasco será pasajero, pasará prácticamente inadvertido, y no afectará a la economía. En líneas generales, lo mismo piensa Aldo Pignanelli desde el Banco Central. Algunos financistas son más pesimistas y prevén meses complicados en lo financiero. Los nubarrones están ahí, a la vista de todos. Las próximas semanas serán decisivas para saber si el Gobierno es capaz de extender el veranito financiero al propio verano que marca el calendario.
El inminente fallo de la Corte Suprema sobre la pesificación encendió luces de alarma entre funcionarios y financistas. El levantamiento del corralito, tomado en principio como un avance hacia la normalización económica y financiera, añade preocupación en un contexto político cada vez más confuso. Completa este marco el reciente no pago de un vencimiento de capital con el Banco Mundial, que podría extenderse en enero al Fondo Monetario si antes no se llega a un acuerdo con Washington.
La primera señal de advertencia fueron las últimas colocaciones de Letras del Banco Central (Lebac): el BC sólo logró colocar 159 millones de pesos la semana que pasó, el 35 por ciento del objetivo. Las Lebac tuvieron éxito en quitar la atención sobre el dólar. ¿Acaso los grandes operadores se están preparando para una corrida? Si es así, no lo dicen. Prefieren argumentar cuestiones técnicas, como las modificaciones en los encajes bancarios.
Con 10.050 millones de dólares en poder del Banco Central y un relativo control de cambios funcionando en forma aceitada, en el Gobierno creen tener fortaleza suficiente para enfrentar un ataque especulativo. Aseguran que el dólar no podría superar, en el peor de los casos, la barrera de 3,70/3,80 pesos en el mercado libre y que aun cuando la paridad se estableciera en ese rango, no se trasladaría ese aumento a los demás precios de la economía.
En estos últimos meses al Gobierno lo acompañó un escenario impensado hasta mediados de año: estabilidad del tipo de cambio, una continua baja de las tasas de interés y una expansión de los depósitos, que continuó en noviembre. Cuando todavía falta contabilizar la última semana, las colocaciones del sector privado de ese mes crecían 875 millones de pesos.
Nadie niega que en el horizonte hay nubarrones: Roberto Lavagna tendrá otro test para mostrarse como piloto de tormentas.