FINANZAS › DILEMA PARA INVERSORES A MENOS DE TRES MESES DE LAS ELECCIONES
¿Dólar, tasa o acciones?
Los financistas más conservadores, temerosos de la situación política, se refugian en billetes verdes. Otros se tientan con elevadas rentas en pesos y unos pocos apuestan a papeles bursátiles.
› Por Claudio Zlotnik
A 77 días de las elecciones, los financistas se preguntan cuál es la mejor alternativa antes de que se conozca el nuevo Presidente de la Argentina. Hasta ahora, la preferencia de los operadores fue clara: desde mediados de 2002 fue más rentable el mercado de las tasas de interés y el accionario antes que apostar por el billete verde. Pero en la city especulan con que si acaso no convendría posicionarse en dólares para superar la transición política sin sobresaltos.
La apertura del corralón por parte de algunos bancos fue festejada por el Gobierno y el Banco Central, que incluso estimuló a que la mayor cantidad de entidades financieras se plieguen a esa decisión. Más aún cuando se supo que la gran mayoría de los ahorristas dejaba el dinero en los bancos, como nuevos plazos fijos. Sin embargo, la autoridad monetaria debería tomar nota de los movimientos en el microcentro. Si, ante la proximidad de las elecciones, aumentaran las coberturas en divisas de los operadores más grandes, podría generarse una corrida de los más chicos, aquellos que hasta ahora tenían el dinero atrapado y que ahora pueden disponer de ese capital no bien venza el plazo fijo. Está claro que los fondos que manejan los pequeños inversores no deberían presionar sobre la paridad cambiaria. Pero no es menos cierto que el imperfecto mercado cambiario se mueve más por expectativas que por la magnitud de los fondos que se manejan.
En su momento, los controles cambiarios impuestos por el Central fueron un éxito para limitar la suba del dólar. En especial la obligación de los exportadores a liquidar sus divisas en la ventanilla del BC, una medida que si bien se ha flexibilizado aún cuenta con un importante poder de fuego. Justamente, la menor liquidación de divisas por parte de los exportadores en el BC se debe a que éstos aguardan una recomposición del tipo de cambio y no al hecho de que lo estén haciendo directamente en los bancos.
Tras el acuerdo con el Fondo, el Central se aseguró un nivel de reservas importante para defender la paridad. Por ese motivo, ni el más pesimista de los financistas espera que el dólar pueda saltar más allá de los 3,50/3,60 pesos. Ni siquiera ese nivel habilitaría subas de los demás precios. El problema principal es que, por las condiciones restrictivas impuestas por el FMI, se espera una suba de las tasas de interés en el corto plazo. En ese marco, un nuevo impulso del dólar podría ahogar la incipiente recuperación económica.