Pese a los pronósticos adversos, ni el fallo redolarizador de la Corte ni el paro agropecuario sacaron al dólar de su modorra. Es evidente que los financistas están mirando hacia otro lado, convencidos de que el actual tipo de cambio es el óptimo. Incluso piensan que existen chances de una caída de la paridad en caso de que no haya sobresaltos en el próximo proceso electoral. ¿Cuál es el mejor instrumento financiero para invertir?, se preguntan, entonces, en la city.
La opción de los activos en pesos luce atractiva. No es casual que los plazos fijos aumentaran en 5 mil millones de pesos en el primer bimestre del año. Pero por fuera de la atracción que generan las colocaciones bancarias –están rindiendo entre 17 y 20 por ciento anual–, algunos financistas miran de reojo a las acciones.
De la mano de la estabilidad financiera, los papeles empresarios fueron ganando terreno: sólo en febrero subieron 8 por ciento en promedio. El índice MerVal se encuentra en los 600 puntos, y la apuesta es que crezca hasta el record de 900 una vez que se conozca al nuevo inquilino de la Casa Rosada.
En la última década, de la mano de la extranjerización de la economía y la destrucción del aparato productivo, las acciones perdieron todo encanto y derraparon a valores irrisorios. Es en este contexto que algunos especialistas, como Rafael Ber, de Argentine Research, le otorgan buenas chances a que este año ocurra un boom bursátil.
En 25 de Mayo y Reconquista no sólo están a la expectativa de las cuestiones macro. En lo estrictamente bursátil, los financistas pusieron la lupa en la situación de Pérez Companc. Esperan que Defensa de la Competencia dé luz verde a la venta de la petrolera a la brasileña Petrobras antes de que termine el mandato de Eduardo Duhalde, a pesar de que el jefe de Estado hizo pública su renuencia a esa operación. Pérez Companc es el principal papel del recinto, y la aprobación de su venta podría significar el banderazo de largada hacia un rally alcista generalizado. Por lo pronto, en la city creen en la misma suerte que vino acompañando a los inversores en el 2003, y aguardan que, como base, las acciones suban entre 15 y 20 por ciento antes de las elecciones.
A pesar de la irresolución en el tema tarifario, la mira está puesta en las empresas de servicios públicos, ya que sus precios son los más retrasados. Un caso: el papel de Telecom vale 70 centavos de dólar y los inversores prevén un aumento del ciento por ciento en el mediano plazo. Cresud, por lo atractivo de sus negocios agropecuarios, y la exportadora Aluar son los preferidos de la city. Habrá que esperar para verificar si es cierto que la Bolsa vuelve a brillar.