El Banco Central publicó esta semana el balance consolidado del sistema financiero del primer bimestre de este año. El informe revela la motivación de los banqueros a apostar constantemente a una devaluación. Sin un ajuste cambiario de shock –22 por ciento en sólo dos días, como el de enero 2014–, las entidades obtuvieron en el primer bimestre de 2015 una ganancia por variación en el tipo de cambio de 976 millones de pesos, una décima parte de los 9215 millones registrados en igual lapso de 2014. De esta manera, la administración del tipo de cambio y las medidas aplicadas desde octubre pasado para disminuir la exposición de los bancos en moneda extranjera permitieron por primera vez desde 2007 morigerar las ganancias del sector.

La devaluación provoca una transferencia de recursos a favor de los sectores concentrados y en desmedro de los asalariados. Los eventuales beneficios de este tipo de política cambiaria son neutralizados –vía precios– cuando la economía mantiene altos niveles de demanda agregada y la tasa de desempleo es baja, una situación distinta a la que se exhibía antes de la devaluación de 2001-2002. El entonces equipo económico cedió a las presiones del establishment por una devaluación del peso y los principales beneficiarios fueron los bancos. Los agroexportadores no lograron compensar la caída de precios internacionales registrada durante el acopio.

La calma cambiaria de los últimos meses, sobre la que atentan algunos bancos a través del mercado ilegal de divisas –según identificaron desde la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias– explica la caída del 30 por ciento en el margen operativo del primer bimestre de este año (9236 millones de pesos) respecto de igual período del año pasado (13.206 millones), cuando representó un record de 7,7 por ciento sobre el activo neteado. Por concepto de “Diferencia de cotización”, el sistema financiero había obtenido una ganancia extraordinaria de 13.826 millones de pesos el año pasado y de 11.287 millones el anterior (2013). Por su parte, la ganancia total fue creciendo sostenidamente desde 2007 hasta alcanzar el año pasado los 45.937 millones de pesos.

Los bancos compensaron parte de ese menor ingreso a través de los títulos públicos en cartera gracias a la mejora en los precios de la deuda soberana en el último semestre, lo que les redituó en el bimestre 13.485 millones de pesos, 135 por ciento más que en igual lapso de 2014 (5719 millones). Por este ítem acumulan en los últimos doce meses una ganancia de 52.288 millones de pesos. Se incluye aquí las tenencias en Letras y Notas del Central. Los recursos provenientes de la captación de depósitos y provenientes de sus márgenes financieros “se utilizaron en mayor medida para la adquisición de letras del BCRA”, sostiene el informe oficial.

También registraron mejoras por intermediación financiera. Sus ganancias por intereses en el bimestre fue de 12.340 millones, un 17,4 por ciento más que en igual período de 2014. El incremento tuvo lugar pese a que el Central limitó en octubre pasado el margen entre la tasa de interés activa (préstamos) y pasiva (depósitos), las cuales pasaron a estar atadas al rendimiento de las Letras del Central. También se limitaron los aumentos en las comisiones y cargos, sobre los que se registraban abusos. A través de las Letras en dólares, instrumentos monetarios de esterilización de la liquidez del sistema, el BCRA ofrece incentivos desde febrero para que los bancos capten parte del ahorro en dólares del público en plazos fijos. “Esta medida colaboró en morigerar la reducción de depósitos a plazo en moneda extranjera”, según el informe.

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