FINANZAS › LA POLíTICA DEL BANCO CENTRAL Y LA EVOLUCIóN DE VARIABLES FINANCIERAS CLAVES
El titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, explica que está liderando un nuevo régimen económico a partir de la política monetaria. Tensión por el recorrido negativo de indicadores financieros.
› Por Federico Kucher
Las autoridades del Banco Central están convencidas que en los últimos meses hubo un giro copernicano para la economía argentina y que parte relevante de este cambio estuvo asociado con el “nuevo régimen” de la política monetaria. Federico Sturzenegger, el presidente de la entidad, expuso esta semana en un seminario de economía financiera en La Plata y no tuvo titubeos para repetir declaraciones que hace desde diciembre pasado. “El desafío fundamental es que los formadores de precios entiendan que ahora enfrentan, no un escenario diferente, sino un régimen diferente. Ha sido muy típico para mí escuchar de empresarios expresiones como ´tenía mis precios muy retrasados´ o ´necesito una devaluación porque la paritaria me dejó los costos muy altos´. Son expresiones típicas de otro régimen en el cual los precios tenían una dinámica inflacionaria que era convalidada por las autoridades monetarias. Pero Argentina hoy se encuentra en un régimen muy diferente”, aseguró el funcionario.
Los números de la economía, pese a los discursos, muestran una situación igual o peor a la registrada antes de que asuma la nueva gestión.
Cash detalla algunos frentes que generan contradicción entre el optimismo del titular del Banco Central y el estado de las variables financieras.
- Competitividad. El tipo de cambio real alcanzó en julio niveles casi idénticos a los de mediados de 2015, con un ajuste del dólar el último año del 60 por ciento y una suba de precios que roza el 50. La pregunta clave es porqué para los mismos economistas que hoy están al frente del BC la paridad cambiaria del 2015 era explosiva –llegaron a decir que había un “plan bomba” en marcha– y ahora es sostenible. Los actuales funcionarios planteaban que la industria con el dólar real de 2015 no podía competir contra las importaciones del mundo. ¿Y ahora, con importaciones desreguladas, puede?
- Reservas y Lebac. El stock de divisas de la autoridad monetaria es de unos 32.000 millones de dólares, una cifra muy similar respecto de la que se registraba al inicio del segundo semestre del año pasado. Al igual que en 2015, las reservas se componen principalmente por deuda (11.000 millones son un préstamo del Banco de China, 3000 millones préstamos con otras bancas, 1000 millones un pase pasivo con el HSBC y alrededor de 8000 millones encajes de los depósitos en moneda extranjera del sector privado). Los funcionarios del Central el año pasado insistían con la idea de que el organismo estaba “quebrado” en materia de reservas, pero ahora dicen que no les preocupa si se ubican en 5, 32 o 100 mil millones. Lo que no mencionan es que los pasivos del Central aumentaron en forma exponencial en 2016 por la licitación de las Lebac. A mediados del año pasado, había letras por 250 mil millones de pesos, monto que equivalía a la mitad de la Base monetaria, mientras que ahora la cifra supera los 550 mil millones, lo que representa el 90 por ciento de la Base (circulante de pesos en la economía).
- Salida de capitales. En el Banco Central afirman que no existe tensiones por la compra de dólares, puesto que también se están vendiendo muchas divisas y, por tanto, la cotización se mantiene en 15 pesos (sin necesidad de que haya intervención oficial en la plaza cambiaria). Pero cuando se revisan las cuentas del balance cambiario se observa que los grandes compradores son del sector privado: la fuga de divisas por turismo, ahorro y giro de utilidades ascendió a 12,5 mil millones de dólares en el primer semestre, un incremento de 98 por ciento respecto del mismo período del 2015. Y que el gran vendedor de dólares es el sector público, que se endeuda en el extranjero y los cambia por pesos para cubrir el rojo fiscal. En lo que va del año, el Central le compró al Tesoro unos 6000 millones de dólares. Con este mecanismo, el sector público consiguió alrededor de 90 mil millones de pesos para poder cubrir el bache del fisco y otras necesidades financieras en moneda local. Este esquema de financiar la fuga con deuda pública no es sostenible en el mediano plazo.
- Emisión monetaria. La expansión de la Base se encuentra en el 27 por ciento interanual y no existe consultor del mercado que diga que terminará 2016 debajo de 30 por ciento. Sturzenegger se cansó de repetir que la inflación de este año era producto de la fuerte expansión monetaria del 2015. Habló con detalles técnicos acerca del efecto rezago sobre el proceso inflacionario de la impresión de billetes. Pero ahora asegura que en 2017 los precios subirán al 15 por ciento, pese a que el ritmo de emisión de este año es el doble.
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