INTERNACIONALES › KATRINA REDUJO INGRESOS Y GASTOS PERSONALES EN EE.UU.
La devastación del Katrina provocó pérdidas millonarias que implicaron una revisión a la baja del crecimiento económico de EE.UU.
La devastación que dejó el huracán Katrina recortó los ingresos personales y el gasto de los consumidores el mes pasado, que equivale a dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos. El Departamento de Comercio indicó que los ingresos personales bajaron un 0,1 por ciento, la primera disminución desde enero pasado y la mayor en dos años. Por su parte, el gasto de los consumidores bajó un 0,5 por ciento, la mayor caída mensual desde noviembre de 2001, dos meses después de los atentados terroristas en Estados Unidos.
El informe contribuyó a la cautela de los inversionistas, y en los mercados de valores la jornada ha transcurrido con precaución mientras se aguardan los informes de final de trimestre de las empresas. El Departamento de Comercio calculó que tan sólo las pérdidas por propiedades no aseguradas restaron unos 100.000 millones de dólares a los ingresos personales en agosto, un mes en el cual la inflación, excluidos los precios de combustibles y alimentos, alcanzó un ritmo anual del dos por ciento.
Los analistas esperan que, cuando las cifras de septiembre midan la devastación de ciudades e infraestructura, el desplazamiento de 1,3 millón de damnificados y el aumento de los precios de combustibles que siguieron a los ciclones Katrina y Rita, el panorama sea más sombrío para la economía de Estados Unidos.
El informe del Gobierno mostró que, si se excluye el impacto del huracán Katrina en el sudeste del país, el 29 de agosto pasado, los ingresos hubiesen subido un 0,2 por ciento. El ingrediente principal en la reducción del gasto de los consumidores fue la caída en las compras de automóviles, y ese concepto podría seguir disminuyendo si los usuarios continúan pagando los altos precios de la gasolina actuales.
En julio, el gasto de los consumidores había subido un 1,2 por ciento y los ingresos personales habían subido un 0,3 por ciento. Si se tienen en cuenta los cambios en los precios, el gasto personal en agosto de 2005 fue un uno por ciento menor que en agosto de 2004, y esto marca la mayor disminución desde septiembre de 2001.
El índice de precios que usa este informe, que se apoya en las pautas de gastos de los consumidores y excluye los costos de alimentos y energía y es el preferido por la Reserva Federal como medida de la inflación, subió más que lo esperado, un 0,2 por ciento en agosto. En relación con agosto de 2004, el ingreso personal por sueldos y salarios en Estados Unidos ha subido un 6,6 por ciento.
El ingreso disponible, esto es el dinero que queda en manos de las personas después del pago de impuestos, bajó un 0,1 por ciento en agosto, y ha subido un 4,4 por ciento en los doce meses anteriores. El miércoles pasado, el principal asesor económico de la Casa Blanca, Ben Bernanke, destacó que probablemente los huracanes, la destrucción material y el desplazamiento de población en la región del golfo de México disminuirán medio punto porcentual en el crecimiento del tercer trimestre. La mayoría de los analistas había calculado que en este trimestre concluido el viernes pasado la economía crecería a un ritmo anual de un 3,5 por ciento. Antes de los huracanes, los expertos apuntaban a un posible ritmo anual de crecimiento de un 4,1 por ciento.
La coyuntura económica está llena de incertidumbres y datos ambiguos: la Reserva Federal, por ejemplo, decidió en su reunión del 20 de septiembre otro ajuste de la política monetaria que, con su aumento de las tasas de interés, se usa para frenar la inflación. Sin embargo, según algunos analistas, la FED no podrá seguir con estos ajustes graduales –ya ha aplicado once de ellos desde junio de 2004– si los consumidores, preocupados por el alto precio de los combustibles, y afectados por las pérdidas de puestos de trabajo por los huracanes, disminuyen su ritmo de gasto.En tanto, la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por su sigla en inglés) revisó incluso a la baja su estimación del impacto económico de Katrina, adhiriendo a la opinión de la mayoría: impacto negativo a corto plazo pero luego un efecto estimulante sobre el crecimiento con la inyección de miles de millones de dólares de fondos públicos para la reconstrucción. “Incluso con el impacto adicional del ciclón Rita, las consecuencias macroeconómicas de los ciclones parecen más modestas” que lo estimado por el CBO al comienzo del mes, declaró su director Douglas Holtz-Eakin, en una carta al presidente del comité de presupuesto del Senado. Globalmente, el PIB reanudará su tendencia anterior hacia comienzos de 2006, según las proyecciones del CBO, y luego superará esa tendencia, con la reconstrucción impulsando el nivel general de la actividad económica.
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