INTERNACIONALES › VIRUS H5N1, LA AMENAZA DE PANDEMIA QUE SE VIENE
Las advertencias del posible estallido de una pandemia originada en la gripe aviar se multiplicaron esta semana. Los efectos pueden ser nefastos para la economía, el comercio y las comunicaciones.
› Por Claudio Uriarte
Después del SARS, los ataques terroristas, la suba de los precios del petróleo y los huracanes Katrina y Rita, un nuevo foco de preocupación aparece en la economía mundial: el virus H5N1, popularmente conocido como “la gripe aviar”. Desde 1997, H5N1 se ha expandido por toda Asia. En el tercer trimestre del año, la infección llegó a Mongolia, Tibet, Siberia y Kazajstán. Esta semana se detectaron casos en Rumania y Turquía, a las puertas mismas de la Unión Europea, sugiriendo que las aves salvajes migratorias pronto podrían traerlo a América. El desenlace podría ser una pandemia en plena globalización.
Algunas de las alertas que andan dando vueltas tienen un claro tono apocalíptico. Pandemias anteriores afectaron a los viajes entre países, al comercio y a las comunicaciones. Incluso el SARS, que no era una gripe, tuvo un gran impacto en algunos países. El virólogo chino Guan Yi es terminante a la hora de las advertencias: “Si ocurre una pandemia, este mundo va a colapsar, no importa lo desarrollado que sea”. David Nabarro, que dirige la lucha planetaria contra la gripe aviar para la Organización Mundial de la Salud (OMS), es igualmente drástico: “Habrá una pandemia de gripe en algún momento. Ha pasado mucho tiempo, más de 30 años, desde la última pandemia y según la historia debería venir una muy pronto. Esto coincide con que tenemos un virus candidato para causar esta pandemia y actualmente afecta a las aves, particularmente en Asia. Es el virus H5N1. Una mutación del material genético de este virus podría originar fácilmente un virus humano con gran capacidad de transmisión. Aún no se ha dado esa mutación, pero tenemos que estar preparados. Habrá una pandemia de gripe y ya tenemos un virus candidato”. Anthony S. Fauci, del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas, y Julie L. Gerberding, de los centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU., coinciden: “Si el virus aviar halla un modo de expandirse rápidamente entre los humanos, podría desencadenarse una pandemia gripal a escala mundial, que rivalizaría potencialmente con el impacto de la pandemia de 1918-1919”, en que hasta 100 millones de personas perdieron sus vidas.
De ocurrir la mutación que todos temen, la letalidad del virus alcanzaría dimensiones medievales. De acuerdo a la OMS, y en el mejor de los casos, una pandemia causaría entre 2 y 7,4 millones de muertes en todo el mundo, pero ese saldo sería considerablemente mayor (entre cinco y 150 millones de muertos, según expertos citados por la OMS) si el próximo virus pandémico resulta particularmente virulento. Advierte Nabarro: “La carga sobre los sistemas sanitarios será muy importante, y la carga sobre el personal sanitario, médicos y enfermeros, será enorme. Por eso hay que preparar a los servicios sanitarios para que puedan manejar este tipo de enfermedades infecciosas”.
Condoleezza Rice, secretaria de Estado norteamericana, subió esta semana a nivel político el tenor de las advertencias: “Necesitamos –dijo en clara alusión a China, aparentemente el origen de la nueva peste– que todos los países actúen con transparencia y muestren a la comunidad internacional lo que saben sobre este nuevo peligro”. Esta no fue una mera oportunidad para fisgonear en asuntos ajenos: China, como la Unión Soviética durante la catástrofe de Chernobyl, asegura que tiene todo bajo control. Y, por cierto, se niega a intromisivas inspecciones internacionales, a las que atribuye propósitos de espionaje. La semana pasada, expertos de organizaciones internacionales y funcionarios de más de 65 países se reunieron en Washington para discutir una respuesta conjunta al peligro.
Por cierto, hay quienes minimizan las voces de alarma. Paul Ewald, biólogo de la Universidad de Louisville en Kentucky, dice que “los científicos en la OMS y en otras partes que han estado batiendo el parche con la pandemia de gripe que se viene están exagerando la evidencia dura”. Por una parte, los patrones de salud pública en el mundo son infinitamente mejores que en 1918, y por otro, países como Gran Bretaña, Francia y Corea del Sur están desarrollando nuevas vacunas antivirales. Pero a la zaga de Katrina, es natural que los médicos quieran curarse en salud.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux