AGRO › MAYOR CONCENTRACION Y RECUPERACION DE LA INDUSTRIA LACTEA
La vaca sigue dando mucha leche
› Por Susana Díaz
La industria láctea se recupera. Luego de una fuerte retracción provocada por la caída de la oferta de la materia prima, los datos de mayo, los más recientes proporcionados por la Dirección Nacional de Alimentación, muestran siete meses consecutivos de alzas interanuales. La suba de este último mes fue de un significativo 29,5 por ciento. Con estas cifras, los primeros cinco meses del año registraron una producción un 20 por ciento mayor a la de igual período del año anterior. A modo de comparación, el conjunto de la industria alimentaria creció en el mismo lapso el 8,8 por ciento.
La explicación de ese crecimiento se encuentra especialmente en el aumento de la oferta de la materia prima, lo que permitió la utilización de la capacidad instalada ociosa de las usinas lácteas. Actualmente este uso es del 71 por ciento. No obstante, existen algunos proyectos de expansión en rubros de exportación, como la producción de leche en polvo.
En este punto debe recordarse que la alta rentabilidad de la soja y los bajos precios que llegaron a pagarse por la materia prima tuvieron en los últimos años de la convertibilidad un efecto desastroso sobre la producción primaria, pues muchos tambos debieron cerrar sus puertas. Sin embargo, hoy no se asiste a una reversión de este proceso, sino al aumento de la producción por tambo, ya que muchos de estos establecimientos continuaron cerrándose durante 2004. Mientras que el número de tambos cayó en un 4,5 por ciento, la producción diaria por establecimiento aumentó el 26 por ciento. Se trata, en última instancia, de un claro proceso de concentración sectorial post crisis. Las 15 empresas líderes que concentran el grueso de la producción recibieron durante este período una media de 12,6 millones de litros diarios, provenientes de unos 6500 tambos, mientras que un año antes el promedio era de 9,8 millones de litros diarios aportados por alrededor de 6620 remitentes. En su momento, la menor oferta de leche cruda también fue sentida por los bolsillos de los consumidores finales, que padecieron el aumento en los precios de la leche y, especialmente, sus derivados. Este proceso tampoco fue revertido por la mayor oferta, pues los buenos precios internacionales actuaron como contrapeso.
De acuerdo a fuentes del Centro de la Industria Láctea, el crecimiento primario se explica fundamentalmente por dos razones: el aumento de la producción tanto por vaca como por hectárea, y la mayor productividad en los tambos remanentes del “ajuste”, los que a priori pueden suponerse más eficientes que los que quedaron fuera del subsistema. La mejora también se detecta por el lado de la oferta.
Las conclusiones que se obtienen de estos datos indican un cuadro general de mejora de la actividad tambera, especialmente si se compara con las condiciones imperantes tras la salida de la convertibilidad. Sin embargo, los técnicos de la DNA también detectaron un deterioro relativo en los últimos meses. Ello surge del análisis de uno de los indicadores usuales: la relación leche/soja, que indica la competencia por el uso de la tierra con el principal cultivo del país. Si bien la relación leche/soja para los primeros cinco meses de 2004 mejoró 19 por ciento respecto de la media de enero-mayo de 2002, en la comparación con igual lapso de 2003 se observa una caída del 21 por ciento, ya que pese a que ambos precios aumentaron, la suba de la cotización de la oleaginosa superó holgadamente a la observada en la leche.