AGRO › AUGE DE LA PRODUCCION Y EXPORTACION DE CITRICOS
Desgracias ajenas y beneficios del “modelo”
› Por Susana Díaz
Comparadas contra todo el 2003, las exportaciones de naranjas y de mandarinas viven un momento de auge. En los primeros diez meses del año registraron un incremento del 85 por ciento en divisas. El extraordinario volumen de ventas podría mantenerse en el 2005. La razón es que los recientes huracanes destruyeron el 30 por ciento de la producción estadounidense, un importante oferente mundial. Así, en una actividad todavía tan dependiente de los caprichos del clima como la agricultura, la mala suerte de los productores de otros países puede traducirse en una excelente noticia para los locales. A veces, el azar también es cruzado por la política, como lo demuestran las noticias de la China, con los interminables vericuetos de sus barreras para-arancelarias, que están afectando las ventas de aceite de soja, o sus cíclopeos aumentos de la demanda, o también las sequías en el Hemisferio Norte, factores que siempre tienen sus consecuencias sobre los precios, lo que indica que primero hubo movimientos que afectaron la oferta o la demanda.
Así, los productores de cítricos viven hoy las mismas circunstancias favorables que los de oleaginosas. La buena suerte, es decir la desgracia de terceros países, se suma a los beneficios del “modelo”. Los costos de la producción local se redujeron considerablemente, en especial los de la mano de obra. Esto es, las ganancias crecen proporcionalmente más que las ventas. La segunda desgracia, entonces, es la de los asalariados.
Las 129 mil toneladas de naranjas vendidas al exterior, 68 por ciento más que en todo el año anterior, significaron unos 45 millones de dólares. En mandarinas, en tanto, se exportaron 33 millones de dólares, 72 por ciento más que en todo 2003. Aquí también jugó el efecto precio, pues en volumen las 67,7 mil toneladas exportadas significaron un 54 por ciento más que el año anterior. Los principales destinos de estas frutas fueron Holanda y España y, como era de esperar, ya existen intentos en la UE para poner trabas al ingreso de los cítricos argentinos.
Aunque su crecimiento fue bastante menos espectacular, el limón sigue siendo el principal cítrico de exportación. Los 78 millones de dólares comercializados de naranjas y mandarinas contrastan con los 133 millones de dólares exportados de limones. En toneladas, fueron 325 mil.
En conjunto, las exportaciones de cítricos, que se completan con pomelos, tuvieron, siempre en los primeros diez meses del año contra todo el 2003, un aumento del 13 por ciento en volumen y del 24 por ciento en divisas. Alcanzaron 553,5 mil toneladas por 221,6 millones de dólares.
A diferencia de lo que ocurrió con las ventas al exterior de los jugos de peras y manzanas, cuyo comportamiento fue analizado en la anterior edición de Cash, las exportaciones de jugos de cítricos registraron un crecimiento extraordinario, ya que aumentaron casi un 50 por ciento, generando un crecimiento en divisas de cerca del 70 por ciento. En suma las ventas fueron de 11.000 toneladas, por un total de más de 9 millones de dólares. En este rubro, el mayor crecimiento lo tuvo el jugo de limón, sus ventas se expandieron el 87 por ciento.