De acuerdo a datos del Indec, la yerba mate aumentó su precio al consumidor el 14 por ciento en 2005. Las provincias productoras son Misiones y Corrientes. La primera cuenta con unos 18.000 agricultores cuyas explotaciones tienen un promedio de 10 hectáreas y un rendimiento en torno de las 4,5 toneladas por hectárea. Corrientes cuenta sólo con 700 productores, aunque las explotaciones tienen en promedio 30 hectáreas con un rendimiento de 5,5 toneladas por hectárea. Las exportaciones, cuyo destino principal son los países árabes, fundamentalmente Siria, pero también Paraguay, Chile y España, alcanzaron los 17 millones de dólares.

A diferencia de otros bienes salario críticos, como lácteos y carne, aquí se está lejos de la existencia de una tensión entre mercado interno y exportación. La situación es más bien la contraria, ya que el mercado externo suele ser una salida para los excedentes productivos. Al menos así lo expresó un documento de la Cámara de Exportadores de Misiones, para la que “la necesidad de exportar es imperiosa para darle un destino a la sobreproducción”. En un mensaje en el que pidió se excluya a la yerba mate de la resolución del Ministerio de Economía que eliminó los reintegros a las ventas al exterior, los exportadores agregaron que debe tenerse en cuenta que “los eventuales aumentos de precios al consumidor no se deben a la escasez del producto”.

Las similitudes con otras economías regionales se encuentran en otro lado, por ejemplo cuando se analiza la cadena de valor. Al tratarse de un proceso agroindustrial, año a año se juega el clásico por el precio de la producción primaria. Pero a diferencia de otras cadenas agroindustriales como por ejemplo la frutícola, en el caso de la yerba existe una intervención pública en la fijación de precios a través del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), donde 9 de los 12 directores son representantes del sector privado. El acuerdo de precios actual, al que se llega por consenso de toda la cadena, comenzó a regir en octubre, con vigencia hasta fines de marzo, pero se espera que sea renegociado en febrero. De acuerdo a lo informado por la prensa regional, existiría consenso para aumentar el precio pagado a la producción primaria. El consenso incluye el mantenimiento estable del valor del producto ya molido, lo que supone el no traslado al consumidor del aumento pagado al agricultor, la principal preocupación del gobierno nacional. El titular de la Cámara de Molineros de Yerba Mate, Miguel Sniechowski, estimó que el aumento que se pagará por la hoja verde podría llegar al 30 por ciento, hasta 50 centavos el kilo. El empresario agregó además que el valor para el producto final se mantiene desde octubre pasado. Según el IPC, la yerba mate en paquete de medio kilo registró en enero una leve baja del 0,4 por ciento.

El director del INYM, Ricardo Maciel, manifestó por su parte que la mejora para el productor será apoyada por los gobiernos provinciales. En línea con los argumentos de la cadena productiva y los exportadores, el funcionario dijo que hasta ahora “la mayor ganancia se las lleva el sector comercial”, una situación que “debería modificarse”. Por supuesto que cuando Maciel habla de sector comercial, se refiere al tramo que está fuera del circuito productivo y de la región. “Todos los miembros de la cadena de producción y elaboración tenemos que juntarnos y pelear a otro segmento que está muy lejos de acá (del NEA) y se lleva la mayoría de las ganancias”, completó.