AGRO › FUERTE REPUNTE DE LOS LACTEOS
El negocio que da leche
Por Aldo Garzón
Los problemas de financiamiento para exportar o de acceso a insumos importados no desmienten la percepción, común a muchos economistas, de que el campo y sus industrias asociadas han sido los que más se ha beneficiado del reajuste cambiario luego de la salida de la convertibilidad. Ni las retenciones ni la falta de sistema bancario, como tampoco la incertidumbre por el tipo de cambio –que encuentra solución en guardar granos en silos “chorizo” en vez de convertirlos en pesos– han evitado que este año el sector agropecuario comenzara a levantar cabeza.
Un buen ejemplo de ello lo constituyen los lácteos, que en los primeros seis meses de este año han aumentado en un 38 por ciento sus exportaciones con respecto al mismo período del 2001. De acuerdo con el Senasa, durante el primer semestre los envíos al exterior totalizaron más de 100 mil toneladas, por un valor algo superior a los 155 millones de dólares.
Pero si, dentro de este rubro, se considera específicamente la leche, tanto fluida como en polvo, el incremento de las exportaciones ha sido del 51 por ciento en volumen, con 77.186 toneladas destinadas, principalmente, a los mercados de Brasil, Argelia, Jordania y Venezuela. Los ingresos, en este caso, fueron de casi 125 millones de dólares.
Este repunte se da en el contexto de una disminución, este año, del 8 por ciento en la cantidad de tambos, además de una caída del 5 por ciento en la producción diaria de cada uno de esos establecimientos. Esta situación hace prever una merma de alrededor del 7 por ciento en la producción primaria de leche con respecto al total del año anterior. Ya en los primeros cuatro meses del 2002 la caída fue del 12 por ciento.
Desde marzo, por otra parte, rigen precios concertados para el pago a los tamberos. Primero los estableció el gobierno nacional (entre 16 y 20 centavos de peso el litro, según la calidad) y luego algunas provincias iniciaron sus propias mesas de concertación. De todos modos, los valores siguen siendo demasiado bajos y muchos productores se han pasado a la soja para obtener mayor rentabilidad.