Consumidores

Estimado Sr. Zaiat: Simplemente quisiera felicitarlo por su nota sobre inflación (Página/12, martes 6 de diciembre). Es un bálsamo poder leer sobre asuntos económicos de la Argentina sin “preconceptos” políticos y/o etiquetas. El problema en nuestro país es que han ocurrido muchas cosas en un corto espacio de tiempo dentro de una economía global que es totalmente diferente a la que la “elite argentina conoció”. El Presidente es uno de los estadistas en el mundo que mejor ha comprendido la “nueva economía global”, que se basa en la lideranza de la oferta y no de la demanda. ¡En el mundo faltan consumidores! La industria migra para la periferia. El centro diseña y vende; la periferia produce. En este nuevo mundo hay ciertas condiciones básicas: 1) La pobreza es mal negocio; el pobre no tiene potencial de consumo y no paga impuestos. Hay que dotar de los activos necesarios para que el pobre se transforme en un actor más del sistema capitalista. El 40 por ciento de la población debajo del nivel de pobreza es mal negocio. 2) La migración de la industria hacia la periferia trae aparejado una baja de volatilidad en el crecimiento económico en el centro, pero un aumento de la misma en la periferia. 3) Hay más plata que negocios. El FMI es tan útil y tiene tanta relevancia como las agencias de rating: ¡cero! El mundo de hedge funds (fondos de elevado riesgo) manejan más de 1,5 trillón de dólares, que con un apalancamiento de 4 veces llega a 6,0 trillones y con un rollover de cuatro veces al año llegan a 24,00 trillones. ¿Qué puede hacer el pobre FMI ante esta situación? Lo único que se me ocurre es que acuerde los objetivos y deje al gobierno argentino conducir su propia estrategia. Hasta ahora el Gobierno ha probado ser muy eficiente en la concreción de metas que han posibilitado el repago de la deuda.

Albero García Roche
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Jubilaciones

Pregunto: todos los precios de la economía se indexan razonablemente, pero para las jubilaciones, ¿cuándo? Gano más de 1000 pesos de jubilación y no se me ha aumentado por años. Sólo a las personas que ganan la mínima se les ha dado una ayudita. Huelgan los comentarios sobre el valor y la obligatoriedad de los aportes que hice durante muchos años de trabajo. Lo malo es ver que vamos derecho a la miseria y nadie nos ayuda. Si no son ustedes los críticos o periodistas de opinión ya no sé quién.

Raúl Fernández
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