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De Wikipedia: En promedio, cada ocho años y medio la “economía del mercado” o capitalismo registra una crisis. La economía capitalista se desenvuelve necesariamente en oscilaciones cíclicas que alternan la prosperidad, crisis, recesión y reactivación. Esto ocurre en todos los países en donde esta economía se ha desarrollado, pero no necesariamente la crisis y las diferentes fases del ciclo económico ocurren simultáneamente en todos los países ni en todas las ramas de la economía. La causa de este fenómeno puede resumirse así: a medida que la industria capitalista progresa, por cada dólar invertido, gasta más en máquinas y materias primas que en salarios. Esto significa que a medida que aumenta el capital, la proporción del valor agregado por el trabajo nuevo, por cada dólar invertido, es menor. Al acelerarse el crecimiento, el rendimiento de las inversiones, cuota o tasa de ganancia llega a ser cada vez más bajo y, ésta es la causa principal –no única– de las crisis capitalistas. Hay a la vez una crisis de superproducción de capitales y una crisis de superproducción de mercancías. Al bajar la tasa de ganancia se reducen las inversiones y por esta vía el empleo y el consumo de maquinarias, materias primas y artículos de subsistencia, multiplicándose el efecto depresivo. En el capitalismo las crisis cíclicas son inevitables, pero, al contrario de lo que piensan los observadores superficiales, no sólo esto es así, sino que también es cierto que el capitalismo puede salir y ha salido de cada una de las recesiones, aun de las más grandes depresiones, como la Gran Depresión que sobrevino a la crisis internacional de 1929. La baja de la tasa de ganancia se contrarresta mediante la destrucción de capitales, bien sea física, por la guerra, o meramente económica, por la competencia desgarradora que inutiliza grandes masas de capitales y lleva a la quiebra a muchos empresarios: la máquina sigue siendo máquina, pero deja de ser capital pues no sirve para producir ganancias, su dueño se arruina, los obreros son despedidos y los pocos que quedan con empleo aceptan cualquier salario; y sobre las ruinas resurge la acumulación de capital, pues para los competidores victoriosos el aumento de la ganancia vuelve a ser más rápido que el incremento de la inversión. En este proceso básico de la recuperación se imponen simultáneamente el aumento de horas de trabajo de los obreros y la rebaja de salarios reales y prestaciones sociales, aprovechando el desempleo; la apropiación del aumento de la eficiencia del trabajo; el saqueo de otros pueblos o de los campesinos, indígenas y artesanos; la guerra, las maniobras políticas, las conquistas y la inversión en países o zonas “atrasadas”, donde la tasa de ganancia es más alta; el cobro de intereses a las empresas del Estado o a otros Estados; o como quien dice, todas las ruindades que han permitido al capitalismo sostenerse.
Víctor Michelón
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