Esta Navidad y Año Nuevo, los pobladores de Andalgalá, provincia de Catamarca, no festejaron el progreso que se suponía traería la instalación de empresas mineras transnacionales en la zona. Todo lo contrario, están sufriendo una crisis de agua potable, que los ha dejado sin brindar. Durante estas fiestas, mientras el país lanzaba fuegos artificiales y sonaban los cohetes, los pobladores de Catamarca hacían sonar los teléfonos, pidiendo una nota periodística, un móvil de algún canal televisivo o cualquier otro tipo de difusión acerca de lo que les está pasando. La información acerca de esta crisis hídrica no es cubierta por los medios masivos de comunicación de este país. Hoy en día, hay cortes de la red de agua para consumo humano en los departamentos de Santa María y Andalgalá, ríos y arroyos están secos, y hay mortandad de vacas y cabras en Vis Vis y Amanaó y los hoteles están sacando agua de los piletas de natación municipal. El problema es que el agua no alcanza debido a las enormes cantidades que día tras días son utilizadas por la empresa Minera Alumbrera. Esto produce escasez de agua para riego y para consumo de humanos y otras especies... pero no sólo. Cuando el grifo se abre, el agua sale turbia, con un color marrón similar al del barro. Según resultados de laboratorios que recibieron muestras tomadas por los ciudadanos, el agua sucia contiene mercurio, entre otros metales pesados. Es decir que el agua que queda encima queda contaminada. Minera Alumbrera ha extraído 100 millones de litros de agua dulce diarios durante doce años. Los ríos Santa María y Andalgalá ya están secos, los acuíferos han bajado hasta treinta metros. Hay sequía regional. 50 millones de los litros de agua contaminada por día con metales pesados generados por actividades de minería quedan en las napas freáticas; 50 millones de litros terminan volcados en el río Salí, a través del cual llegan al embalse de Río Hondo. La contaminación sigue hasta Mar Chiquita y el río Paraná. Ya está muerto el río Salí Dulce en Tucumán y Santiago del Estero. La intoxicación con metales pesados ya está ocurriendo en todas las comunidades afectadas por operaciones mineras (Belén, Andalgalá, Santa María, Aconquija, Santiago del Estero). Niños y mujeres jóvenes son los principales afectados por la dosis de contaminación de metales pesados. La región entera está bajo una fuerte sequía y la industria minera proyecta quintuplicar sus negocios con expansiones planificadas en la “Zona de Sacrificio Minero” del oeste catamarqueño. No sería raro encontrarse con los proyectos mineros de uranio que involucran otros metales tóxicos, ya que de hecho hay docenas de ellos desarrollándose en Oeste Catamarca, Salta y Jujuy. Desde Andalgalá, Santa María y otros pueblos, hay gente pidiendo auxilio. Tenemos que exigir más información y noticias sobre el tema del agua en las zonas de sacrificio minero, principalmente en San Juan y Catamarca, aunque lamentablemente no son las únicas provincias afectadas por la gran minería. Un grupo de vecinos de Andalgalá ha preparado un informe detallado sobre el crisis de agua de la Navidad 2007; para contacto: [email protected]

León Chancalay
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