Hoy estamos dando un paso más en la importante lucha que las fábricas y empresas recuperadas vienen dando desde hace más de 10 años. El tratamiento en la Cámara de Diputados del proyecto de ley para conseguir la media sanción implica también el cambio de lógica que este proyecto nacional desde el gobierno de Cristina Kirchner está impulsando desde el 2003: herramientas para la inclusión y organización de los trabajadores, en vez de instrumentos de exclusión y debilitamiento. Lo que se inició a mediados de los ‘90 como luchas contra el cierre de las fábricas y defensa de los puestos de trabajo en el modelo neoliberal, donde el eje era la especulación financiera, se consolida hoy después de una década, en el marco de un modelo que pone el eje principal en la producción y el trabajo. Lograr que los trabajadores tengan la prioridad en el proceso de concursos y quiebras es romper con la práctica perversa empresarial de vaciamiento, negación de derechos y aval de la Justicia, que practicaban y practican patrones para seguir concentrando ganancias y socializando pérdidas. El darles la posibilidad de conseguir la propiedad de los medios de producción y los espacios físicos a través de una cooperativa dignifica el rol de los trabajadores y reconoce sus derechos más esenciales, asegurando la continuidad de los puestos de trabajo. En los ‘90 el trabajador era el último orejón del tarro a la hora de reclamar, ese proceso provocó millones de desocupados y fábricas cerradas. También impulsó la resistencia y la lucha de quienes no querían ser excluidos de esta sociedad. Las fábricas y empresas recuperadas que hoy se organizan como cooperativas han nacido de la misma manera que las cooperativas tradicionales que hoy existen en nuestra provincia: del conflicto social y de la necesidad de hacer cumplir derechos y servicios, siendo protagonistas en la búsqueda de las soluciones ante un Estado que no tenía presencia positiva en los mismos. Una de las características principales del gobierno de Néstor Kirchner y del actual de Cristina Fernández es que fortaleció su vínculo con los sectores populares tomando sus historias de lucha y sus reivindicaciones para convertirlas en política de Estado y herramientas jurídicas que les den existencia. El tratamiento del proyecto de Ley de Quiebras rescata lo mejor del peronismo: reincorporar al Estado a los sectores populares y sus reivindicaciones para darles el poder de recuperar el camino de la dignidad.

Lic. Federico Ugo
Subsecretario de Acción Cooperativas
Secretaría de Participación Ciudadana
Gobierno de la Provincia de Buenos Aires

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